septiembre 25, 2010

Montevideo – la propuesta de volar – 1418 horas

La tarde de ayer deje Punta del Este una vez más.
Con sus ballenas ahora retozando en las aguas de la parada 37.
Con la paz del departamento de Veramansa.
Con el mar calmado, la isla omnipresente arbolando la vista y el cielo luminoso.
Con la grata charla pre-adolescente que va creciendo en los labios inmaduros de Michel.

La noche de ayer misturamos escenarios nuevos y viejos con el amigo Fernando en la cercana Montevideo.
Repetir la vieja experiencia de un pool jugado con pasión a falta de sapiencia.
Probar “la muzza y el fainá” de un bar de barrio, con mozos extraídos del siglo pasado, de botón bien apretado y servicio aprendido en los 50 años de profesión.
Vivir la alegría del universitario desconocida para mi, nostálgica para el flaco, despreocupado de la ropa, la barba o las apariencias, en mesas llenas de charla y sonrisas, donde una cerveza dura un par de horas y las mochilas se amontonan con las bufandas multicolores y los 3 o 4 sacos que cada uno lleva encima.
La “uvita” infaltable de Fun Fun para que no me pongan la falta un mes más y el caminar sorprendido entre la fauna siempre cambiante de la ciudad vieja Montevideana.

El día de hoy me prepara para volver a Santiago.
Donde los amigos y un jeep averiado me esperan en el anhelo de llegar hasta casa.
En la búsqueda de emprender una semana llena de emociones cruzadas, para lo cual los caminos explorados con Ricardo estos días han tratado de prepararme.
Con el corazón expuesto por fuera del esternón, latiendo en mis pupilas donde aun vive la tristeza.
Esa tristeza pura y verdadera de quien sufre sanamente lo que debe ser sufrido.
Esa tristeza dijera Ricardo, tan difícil de encontrar hoy en día, porque resulta mas fácil ahogarla en alcohol, o esconderla en drogas o depresiones.
Esa tristeza que por auténtica te hace hasta sonreír, porque te recuerda que entre tantas preguntas sin respuestas, sigues sano en medio de tanta enfermedad, sigues expuesto y sensible, sigues vivo.

Aun brilla el “solsito” primaveral en Uruguay, aunque unas nubes grises invaden desde el suroeste. Nada tendrá que ver con mi partida, la lluvia que llegara posiblemente esta misma noche.

Atrás quedaran Michel; sus 10 pesos ganados con toda justicia y su primera práctica de futbol. También un par de almas dañadas por el desden del egoísmo de quien no tiene en este momento mas prioridad que su tiempo, su tiempo consigo, su tiempo abierto al encuentro de aquello que lo mal guía desde su pasado.
También quedan sonrisas, reencuentros, almas sincronizadas e iluminadas más allá de la distancia, sentimientos verdaderos que nunca mueren, que no cambian, que solo se alimentan una y otra vez sin límite.

Santiago me soltó recomponiéndome, o al menos en la búsqueda.
Triste trozo de rompecabezas que se sabía incompleto, con huecos demasiado grandes para seguir pistas de forma o contenido.
Creo, que Chile me recibirá más entero, sabedor de que muchos pedazos viejos aun buscan su forma para sumarse a la base de este trampolín firme del que acepto sin miedos ni cautela, la propuesta de volar.

5 comentarios:

  1. Admiro tu valor para enfrentar tanta diversidad, lugares, personas, sentimientos.Yo aun no aprendo a vivir asi. Buen viaje!

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  2. Sabes que, creo que me equivoque. (A veces) exponerse así fortalece y no al revés.
    Esta bueno también el proceso de deconstrucción/reconstrucción para lograr una versión mejorada de uno mismo... Evidencia que además de tu buena capacidad de abstracción/instrospección/observación, Ricardo hace buen trabajo :)
    Hoy ademas estuvo unido con bastante poesía (o escritura armónica), así que mi nota es un 10!

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  3. "Empieza por hacer lo necesario, luego lo que es posible, y de pronto te encontrarás haciendo lo imposible..." Francisco de Asis

    Estimado Sr. Escritor...el mensaje lo dice todo...con una dedicatoria especial para usted y sus lectores...Cx

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  4. Mucha nostalgia dejas en el Uruguay......pero siempre vuelves y disfrutas plenamente de ella.
    Vuela, vuela muy alto, que tu fuerza esta dentro de tu gran interior.
    ARF

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  5. y bueno que decir, es una rutina lo tuyo.
    Buen viaje =)

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