mayo 01, 2022

Punta del Este - INTIMIDAD

PROLOGO: Hasta ahora no me habia detenido a definirlo, pero al chocar con el SEXO despues de mas de dos años, confirmo que ese sabor a poco que encierra esas cuatro letras, no contiene de forma alguna lo que compartimos.
Siempre puedes experimentar un polvo bestial, que terminará después del orgasmo o la eyaculacion; las más de las veces, será un coito mediocre que te cargara de mas desazón que placer y si no logras evitarlo, tendrás algunas experiencias lastimosas que esperarás arrancar de tu recuerdo en la primera ducha.


Hay algo más primitivo y animal, intuitivo y natural, que existe incluso antes de la primer mirada. Algo que comunica más allá de lo que se comparte con los cinco sentidos, más allá de lo que se ve y se toca, lo que se huele y se saborea, lo que se escucha y sin mediar filtro se siente.

Algo que provoca que el encuentro de los ojos desde el primer momento y en cada momento, nos abra un universo gigante y nuestro.  Algo que hace que cada roce sea inconfundible, algo limpio y simple,  que nos permite disfrutar todo el tiempo compartido.

Algo que hace que los labios y la lengua, hablen su mejor idioma y aprendan continuamente nuevos lenguajes. Algo que hace que los cuerpos dancen con la naturalidad de haber danzado juntos desde siempre. Algo que es condimento justo y adecuado, para todas las charlas, todas las copas y todas las comidas. 

Hay algo que nos llena de paz contemplando la naturaleza y nos hace parte, que nos enseña a ver la belleza y nos empuja a buscar al otro cuando algo sublime debe ser compartido.

Hay algo que nos hace temblar de una manera única cuando te acaricia, algo que nos limpia la mente mezquina y solo deja sobrevivir alla lejos, el rabioso pensamiento de “¿como es posible?”, solo por unos segundos, antes de entregarse a ese vacio auténtico y liberador al unir nuestros cuerpos.

Hay algo que nos llena de rabia y de gozo, que nos lleva al extasis infinitamente.

Hay algo que nos cambia la vida, cambiando cada uno de nuestros momentos, llenándolos de cosas esencialmente buenas y memorables.

Algo que nos empuja a bucarnos.

Hasta ahora no habia encontrado la forma de definirlo, ahora lo sé, ese algo que nos une desde el primer instante o mejor aun, desde siempre, se llama INTIMIDAD.

INTIMIDAD, un universo mágico e instintivo, que hace que tú y yo seamos mejores juntos que separados.

Y no tiene nada que ver con el amor, porque existe y lo encontramos antes que al amor. Porque rescata al amor incansablemente cuando este se intriga con la mente.
Porque sobrevive al amor, al amor mezquino, celoso y propietario, al amor egoísta e interesado, al amor que presiona y ahoga, al amor lleno de pasado y expectativas que arruina el presente en busca de un futuro que por mera definición, ni siquiera existe.
Porque sobrevive incluso al desamor.

Es algo que late en cada uno y retumba en ambos y que dificilmente encuentra esa caja de resonancia exacta en otra persona. Eso es lo que tuvimos y lo que nos quedará, creo sinceramente, resonando en nuestro interior, quitandonos el sueño, manteniendo una vara alta para medir otros cruces de nuestra alma. 

Ojalá, eso espero, eso creo, hasta que la INTIMIDAD, se reencuentre con la magia en otro ser y retumbe en otros ritmos, diferentes, pero igual de primitivos y naturales.
Ojalá, aun más fuertes.




octubre 31, 2021

Guardia Vieja - Sabiond@


Te sientas a la mesa y observas el humeante manjar que se te ofrece, libre, sofisticado, lleno de mundo y especialmente creado para ti.

El aroma te trae momentos felices de tu pasado y te lleva a experiencias aún desconocidas. Deja-vú de una vida por vivir.

Lo llevas a tu boca y los sabores te eclipsan,  tan potentes, tan delicados.
Tus ojos no necesitan ver más, tu oídos solo escuchan el rumor del placer que se desliza por tu pecho y la mano cae abierta, indefensa  sobre la mesa,  para dejar paso inconsciente a tu enorme sonrisa.

Una larga espiración precede a lo que si no fuera tan extenso, sería un suspiro.

 


Te sientas a la mesa y observas el humeante manjar que se te ofrece, libre, sofisticado, lleno de mundo y especialmente creado para ti.


Sabes que la carne de tu plato es de Bongo, el ternero al que Blanquita dio vida el verano pasado y que la leche de la crema,  fue la que Pocha le sacó a Blanquita antes de que Bongo pudiera mamar. Sabes que Pocho se corto con el cuchillo al carnear a Bongo y que Pocha lloró mientras salaba su carne, talvez hasta con sus lágrimas. Sabes que Pocha y Pocho han tenido una vida sacrificada y que aún cuando le ponen cariño incondicional a todo lo que hacen, están hartos de su supervivencia miserable.
Y no lo sabes porque lo escuchaste en el aire o esta presente en la queja continua, que no existe en Pocha y Pocho. Lo sabes porque quisiste saber, porque sin creer merecer manjares, te metiste a hurtadillas en su hogar para husmear su historia y sus recetas. Porque dentro de la historia de Bongo y Blanquita te esforzarte por conocer especialmente sus privaciones y desgracias, sin detenerte jamás en todo lo bueno que compartieron en su tiempo de vida.
Lo sabes porque no pudiste soportar la tentación de llevarte sus historias y sus secretos a tu casa, y cuando vuelves hurgar,  te confirmas en buscar el defecto y soslayar la virtud de tantos años de Pocha y Pocho regalando manjares  al universo.

Observas el manjar que se te regala y al llevarlo a tu boca, asquerosas nauseas inundan todo tu ser.


El plato es el mismo.
Tu eres sabiond@

...pero pretendes no saber al menos tres cosas, reales e importantes.

- Que ese manjar fue preparado y servido con amor, inspiración y sacrificio, pura y exclusivamente para sorprenderte a ti.

- Que no es la primera vez que tu mente priva a tus sentidos de disfrutar los manjares que alguien mas crea para tu vida.

- Que siempre hay alguien que cierra sus ojos, enmudece sus oídos, deja caer su mano extasiada y despliega una sonrisa espontanea de placer; inspirando a quien crea momentos excepcionales.




septiembre 16, 2021

Elche - ...y tu también.

 

De a ratos te odio;
      siento la hiel atrás de la lengua,
      todo ese lodo que baja,
      memorias airosas del fracaso,
      que rugen por desahogar un grito más.

…y tú también.

 

De a ratos te extraño;
        la felicidad no compartida que se esfuma,
        el motivo de suspiro que no entibia,
        la piel que no se eriza y el solo recuerdo,
        que lastima una historia irrepetible y lejana.

…y tú también.

 

De a ratos te olvido;
        la mente sintoniza una armónica realidad,
        el rostro es sensible a la brisa de paz,
        el futuro promete abundancia,
        y el viaje libre empuja mis alas al infinito.

… y tú también.

 

Siempre te amo;
         como odiarte si no existiera el nudo en la garganta,
         como extrañarte sin mi piel no me rogara,
         cómo olvidarte, si eres la protagonista de todos estos ratos
         en que escribo y en los que acepto que con el tiempo pasará.

…y tú también.

 




 

septiembre 06, 2021

Palma de Mallorca - Inmunes

      - Lo lamento, de verdad.

          - ¡Si!, ¿verdad?

          - ¡¡No vale la pena!!

El tiempo me ha llevado, sin querer, sin vocación especial, sin profesionalismo detrás más allá de la propia experiencia, a observar las parejas a mi alrededor y confirmar, cada día, en cada momento y en cada lugar, como hemos decaído, nosotros los humanos.

Y no sé si es un tema generacional, talvez siempre fue así;  para mi hemos caído, de mis búsquedas y expectativas, a esta realidad.

Como, estar con el otro, esta tantas veces más asociado a defectos que a virtudes.
Como, se aceptan una cantidad de cosas y se resignan, a vivir en un estado mas precario por estar acompañado.

Confirmado por años, pero aun reincidente, yo, de los que buscan, de los que quieren…de los que quisieron. De los que, siempre pensaron yo puedo revertir esto, por lo menos en mi vida; y he fracasado, rotundamente, muchas veces.

Ayer en el recital de Vanesa, escuche una canción que no conocía “INMUNES”, que habla de como uno abandona sus vínculos, por motivos que nunca esta claro si son o no suficientes. Pero, lo que hace que uno dude, es justamente eso, la existencia del pinche amor, de eso que te une, que te vincula, que te hace sentir mejor, que genera hormonas y enzimas de felicidad, y te hacen sentir diferente.

Lo cierto es, que cuando vas a la absurda realidad, aunque mucha gente dice que “vemos la realidad como somos, no como es”, yo tengo registros completos, muchos, de cómo la realidad, en este caso, es como yo las veo y no como yo soy. Lo único personal, esta en la mirada, en la capacidad y porque no, la búsqueda de ver.

Esta noche cene en El Pesquero, un restaurante recomendado aquí en Mallorca.
Como muchas veces, era el único cenando solo.
A mi alrededor, cuatro parejas y una mesa de cuatro con dos más.
Inevitablemente les dedique tiempo. Por mucho rato me sorprendí y contuve mis ganas de cachetearlos, viéndolos en silencio, sin mirarse, sin compartirse, cada uno en su teléfono. ignorándose unos a otros.

Luego vi como las damas pedían la cuenta y la pagaban, en ese juego de caras, que muchos creerán natural y que acepto, es un defecto mío, no de los caballeros y las damas modernas.
Y vi también, como uno de los muchachos de la mesa de cuatro, hacia alarde de todos sus vicios incomodando a las otras mesas, a los meseros, a su propia mesa y por supuesto a la pequeña que lo acompañaba.

Poco antes de que terminara mi vino, ella se levantó, detrás de ella salió su amiga y los dos chicos quedaron en esa charla fácil de adivinar, que no necesito interpretar para vosotros.
Fortuitamente, al emprender mi viaje de regreso, me encontré a ambas chicas en la vereda. La acompañante a punto de llorar, explicando, gesticulando su dignidad, rogando ayuda a su amiga y no pude evitarlo. Sin parar en mis pasos ni mirarlas mas que para escuchar su respuesta pequeña, le dije:

     - Lo lamento, de verdad.
   
     - ¡Si! ¿Verdad?

Me contesto, con ambas manos abiertas al final de sus brazos extendidos y un rostro que sufría algo que yo sabía, seguiría sufriendo por mucho tiempo.

    - ¡No vale la pena!

Alcance a balbucear mientras giraba mi rostro y continuaba mi camino.

Las cuadras siguientes quise imaginarme el instante después.
Por ratos sonreí solo en medio de la noche pensando en el milagro de haber tocado un alma a tiempo; en otros, adivinaba como esa niña, que podría ser mi hija, talvez tomara una opción menos valiente desperdiciando su tiempo de vida, lo mejor que tiene, en ese fracaso anunciado.

Tal vez no cambie nada, talvez si.

Dice Vanesa en Inmunes: “…la calle me devuelve, con violencia, las parejas…como si se quisieran más”







agosto 21, 2021

Elche - Pasa poco, pero pasa.

Prólogo: Para gustos los colores y para interpretaciones, los humanos.
Una vida aprendiendo, que cada uno vive los momentos según sus expectativas, su percepción y sus valores, amasados en su historia y proyectados según sus sueños.
Por eso, hoy, al volver a escribir, comparto dos, solo dos interpretaciones para un mismo instante, sin que esto prive a ninguno de vosotros de su rica, buscada y propia interpretación.
Que para eso se comparte.
_________________________________________________________________________

Pasa poco, pero pasa.
Que, al mirar la biblioteca de tu vida, te detengas por azar en un libro polvoriento, y te encuentres con la aureola indefinida e indeleble, que una rosa entregó a las palabras elegidas, al momento de expirar.

Pasa poco, pero pasa.
Que el descifrar de ese mensaje, se lleve tus ojos a un pasado que paso y que por cientos de razones atrapaste entre esas páginas, condenándolas dulcemente a ser un libro y una historia que nunca cerrara.

Porque hay cientos de historias en esos pétalos mustios, cientos, únicas y especiales, que llevaron una vez su color, su aroma y el amor de un instante de plenitud a tus manos.
Porque hay otras, no tan buenas que las eclipsaron, para ser ahora, lo que son.

Testigos de lo efímero y lo eterno. Del aroma que se regala abandonado la flor y hoy aun impulsa tus latidos. De los ojos que se abrieron humedecidos y chispeantes y los que se cerraron húmedos y apagados. De la vida exultante y prodigiosa, y de la lenta agonía que cuidadosamente abrigada entre esas páginas, transforma en huella perenne, los suspiros ocres que nos abandonan al llevarse un sueño.

Pasa poco, pero pasa.
Que elijamos ese final para el libro y para la rosa. Una historia que debemos olvidar, una flor que no queremos desechar, un recuerdo amargo que, con certeza inconsciente, perpetuamos para que nos sorprenda, alguna vez, cuando llegue su tiempo.

Pasa poco, pero pasa.
Que por más ordenado y limpio que tengamos nuestro librero, por más ahínco que le pongamos en alinear autores, ediciones, cubiertas, temáticas y tamaños. 
Del otro lado. Del otro lado de nuestra biblioteca de vida.
Por aquí o por allá.
Una página sombría acuse una rosa, una historia pida silenciosamente ser releída, una sonrisa de sentido a una mueca y una lágrima sume un surco nuevo a un momento viejo, renovándolo como un instante eterno.

_______________________________________________________________________________________________________


Pasa poco, pero pasa.
Que, al mirar la biblioteca de tu vida, te detengas en un libro polvoriento por azar o por milagro, y te encuentres con la aureola indefinida e indeleble, que una rosa entregó a las palabras elegidas, al momento de expirar.

Pasa poco, pero pasa.
Que el descifrar de ese mensaje, se lleve tus ojos a un pasado y que por cientos de razones atrapaste entre esas páginas, condenándolas dulcemente a ser una historia que nunca caducara.

Porque hay cientos de historias en esos pétalos mustios, cientos, únicas y especiales, que llevaron una vez su color, su aroma y el amor de un instante de plenitud a tus manos.
Testigos de lo efímero y lo eterno. Del aroma que se regala abandonado la flor y hoy aún impulsa tus latidos. De los ojos que se abrieron humedecidos y chispeantes. De la vida exultante y prodigiosa. Del dulce instante en que abrigaste entre esas páginas, el tesoro sorprendente del encuentro, la excepción que modela nuestra propia existencia.

Pasa poco, pero pasa.
Que elijamos ese final para el libro y para la rosa. Una historia que no queremos olvidar, una flor que no queremos desechar, un instante de existencia, que con certeza inconsciente, perpetuamos para que nos sorprenda, otra vez, alguna vez, cuando llegue su tiempo.

Pasa poco, pero pasa.
Que por más ordenado y limpio que tengamos nuestro librero, por más ahínco que le pongamos en alinear autores, ediciones, cubiertas, temáticas y tamaños. 
Del otro lado. Del otro lado de nuestra biblioteca de vida.
Por aquí o por allá.
Una página sublime acuse una rosa, una historia pida silenciosamente ser revivida, una sonrisa de sentido a la mueca de tus labios y una lágrima, perpleja de alegría, sume un surco nuevo a un momento viejo, haciéndolo eterno por un instante.

 

abril 24, 2020

Guardia Vieja - Dias Calmos




Hace cinco días, se detuvo el tiempo.

Ni una brisa ha sustiuído el viento, crecen inmóviles los árboles a mi alrededor, casi imperceptibles.
Un calor raro flota entre el cielo abierto y el campo sin pulsaciones, que falto de lluvias, se tiñe multicolor entre ocres y verdes.
Solo una mulita antes de ayer, un zorro anoche y el brillo verde de la avena naciente de la siembra tardía, me indican que no estoy solo.

Hace cinco días, se detuvo el tiempo.
Lo he sentido dentro de mí, el cuerpo esta vacío, el vino solo engaña de a ratos a esta mente que impaciente se dedica a buscar. Lucha por encontrar una razón, un motivo, una promesa de futuro: un porque estoy aquí ahora.

Es que cuando el tiempo se para, el ahora es lo único que existe, como siempre, más que siempre y es inevitable, mirarme desde fuera, tratar de reconocerme sin espejos y hacerme la pregunta.

Acompaño al tiempo en mis actos.
Me siento libre y al mismo tiempo, varado.
Me siento feliz de que sea entre el cielo y el campo.
Me siento libre y al mismo tiempo, varado.

Me llevo cinco días darme cuenta, aún cuando voy y vengo entre el horizonte infinito y la computadora, buscando en ambos lugares la respuesta.
Cinco días para recordar las únicas tres cosas que exhalaron vida: una mulita y un zorro nocturnos y la avena infinita que comienza a verdear. Y yo, que no termino de estar seguro si exhalo vida, o es el solo acto reflejo de inspirar y expirar, que mantiene viva la pregunta: porque estoy aquí ahora.

Una respuesta, una llave que abra la puerta correcta, para alinear mis células en estos días calmos y  trascender cuando el tiempo todopoderoso decida seguir su curso, si lo decide.





diciembre 22, 2019

Guardia Vieja - La grandeza del vacío

Somos pequeños, somos insignificantes.
Giramos treinta veces al mes sobre nuestro propio eje, mientras caminamos el inexorable ciclo alrededor de un Sol lejano al que solo alcanzaremos si llegamos al caos supremo.

En medio, el vacío.
La ausencia del todo que une las cosas y las separa.
La nada que no solo nos mantiene a distancia, sino que la acrecienta desde el mismísimo big bang.
La incomprendida nada, el siempre oscuro vacío, que al final,  es más que lo que creemos lleno, porque de vacío está lleno el universo.

Hemos aprendido a darle valor a cosas superfluas y desdeñamos el valor de lo absoluto, de lo que reina, de lo que une y separa, de lo que contiene.
Es como el síndrome del ego a escala universal. 

Damos tanta vuelta dentro de nosotros mismos, giramos atónitos y tan tontamente alrededor de un brillo que nunca podremos alcanzar, que nos perdemos del ahora, del gozo de estar, del aire que nos rodea y conscientes o no entra y sale de nosotros como única y esencial fuente de vida.


mayo 11, 2019

Desde el Aire - Compañer@ de Viaje


El mundo fantasea con viajar.
Pero viajar, tiene tantos significados y acepciones como el propio viajante.
Significa partir y llegar. Pero también significa esperar y correr, dormir, comer y transitar por lugares peores a tu propio lugar...y también por mejores.
Representa exponerse y aceptar, comunicarse y escuchar, y entender y evolucionar...y a veces revolucionar. 

Viajar con este viajante es además un ejercicio agotador, dormir poco, prestar mucha atención, probar a fondo el desapego y la adaptabilidad. 
Viajar es sin lugar a a dudas, siempre y en especial conmigo, salir completamente de la zona de confort y recibir la recompensa o el castigo, sin otra opción que aceptarlo.

Por eso, quienes viajamos sabemos que es mucho más fácil encontrar el mejor amigo o la esposa ideal, que un compañer@ de viaje.


Por 18 años he viajado más bien solo, en especial a los destinos y búsquedas más desafiantes.
Estos últimos dos meses, he compartido estos viajes prácticamente indeseables, con mi hija Nicole.

Este tiempo he aprendido mucho.
Este tiempo he confirmado todo.
Este tiempo he reflexionado sobre los tiempos que vendrán.

Cuando uno abre sus ojos en soledad después de pocas horas de sueño, cuando respira hondo y se rinde a la ducha matinal, cuando sale a enfrentar cada jornada con la presencia que quiere transmitir y no escatima, ni frena, ni duda en seguir o cambiar, ni sufre postergar cualquiera de sus necesidades más básicas y todas las demás ; termina el día exhausto, a veces satisfecho y a veces decepcionado, pero siempre orgulloso de haber hecho la diferencia una vez más y haber aprendido en el proceso.

Esa sensación resultante es el propio motor que impulsa la nueva jornada y es también, nuestra regla. La regla con que medimos, la medida no por infinita inexacta de nuestro merecimiento y por consecuencia, de nuestras expectativas.  Los planes que las regulan, las acciones que las impulsan y las metas que la confirman. 

Pero todo esto, visto en el espejo de Nicole, cambia totalmente.

El camino por el eje de lo extremo que incendia mi pecho, quema en otros.
El juego de darlo todo, como sea y ajustándose a un plan siempre cambiante, se resume en calvario cada despertar.

Y porque lo viví ahora y no antes?.
Porque todos los viajes previos con la enanis eran de los no indeseables, eran los que nacen para ser compartidos.
Porque todos mis viajes compartidos, son planeados para el placer y si bien son exigentes, gozan de una actitud de adaptabilidad, que refrena mis exageraciones, enlentece mi paso y contempla la necesidad.
…y porque, como me lo comenzó a demostrar aquella noche caminando por Roma, Nikky es como yo y ya me supero... y ella es capaz de bajar la cabeza y envestir con la misma fiereza sin medir el impacto en el cuerpo y el alma. Pero no deja de ser mi niña y me duelen sus ojos cada mañana al despertarla y me duele su entrega cuando se levanta y esta lista en tiempo sin chistar.


Ver mi mundo en su espejo, me ha enseñado sobre todo, que lo aceptado como normal, es una presión gigante para mi humanidad. Para el cuerpo que sin entrenamiento se despliega sin límites, para mi mente que acusa su falta de relax y para mi alma y mi espíritu que gritan por Paz.

Empieza un tiempo de cuidar, de enfocar y de priorizar.
Un tiempo de egoísmo individual,  un camino que había empezado exitosamente y abandone traicionándome tiempo atrás.
Empieza, una vez mas.

abril 27, 2018

Y…EL HOMBRE CREO A DIOS


Y…EL HOMBRE CREO A DIOS
Creó, pues, el Hombre a Dios a imagen suya (parafraseando Genesis 1:27)

...la moraleja cuenta, dijo Miguel. 

Oficiaba de guía "certificado" en el pequeño puerto de lanchas de Santiago Atitlán. Tenía más años que el resto de los chicos que juegan su vida oportunista a orillas de lago, pero menos de los que representaba la foto que colgaba en su gafete.
Hablaba un español convenientemente extraño - por ese balance natural entre la ignorancia y la viveza - y eso le permitía utilizar  palabras "complejas" como moraleja, fuera de contexto.

...la moraleja cuenta, dijo Miguel, que un gran chaman tiene muchos dioses alrededor, para comunicarse con el supremo.

“Día tras día, un extranjero llegado al pueblo, volvía a la casa de un chaman, pidiéndole que le obsequiará uno de sus dioses.
- tienes muchos decía -paseando su mano de izquierda a derecha, apuntando a las figuras que rodeaban al viejo intermediario divino - ¡dame uno!, solo uno para que obre milagros en mi vida.

 El chaman fue transformando su reacción de la incredulidad a la rabia y de la rabia a la tolerancia.
- ¿que me pides hombre?.No tiene sentido, ¿como voy a darte yo uno de mis dioses? ¡Sal de aquí!

Pero el extranjero volvió día tras día al refugio del chaman, sin decaer en la búsqueda de su dios.

Una mañana el chaman, agotado por el asedio,  salió a su patio, cogió una piedra y la envolvió con un trozo de nylon raído y de colores brillantes.
Cuando el extranjero volvió, no sin antes mirarlo con esa mezcla de consternación, hartazgo y lástima habitual,  el chaman respiro hondo y extendió sus manos hacia el requirente.
- esta bien, me haz convencido, aquí tienes uno de mis dioses - exclamó el chaman entregándole la roca envuelta al conmovido visitante - llévalo contigo y pídele todo aquello que deseas.

Se cuenta que el extranjero llevo aquel dios a su casa, le preparó un altar y le encendió candelas, quemó inciensos, le ofrendó cigarros y alcohol y le pidió,  le pidió , le pidió.
También cuenta que el extranjero se volvió próspero,  que su salud acompaño su éxito y que su familia floreció, bajo el favor de su dios, aquel dios privado, aquel mensajero directo con el supremo. 

Años después volvió a enfrentarse al chaman.
Más viejo y más cansado, el hombre lo miro extrañado.
- te acuerdas de mí, pregunto el extranjero visitante.
- no, respondió el chaman.
- hace 25 años tu me entregaste uno de tus dioses, ¿ lo recuerdas? 
El chaman torció el ceño y lo volvió a observar aun más extrañado, asumiendo las palabras del hombre como una improbable locura.
- sí - explico el visitante - yo estuve aquí muchas veces hasta que finalmente, tu me entregaste uno de tus dioses y vuelvo a ti agradecido y preocupado.
Agradecido porque mi vida a sido una bendición continúa y preocupado porque me temo que, de acuerdo a los milagros que este dios a obrado en mi vida, tu debes haberme entregado uno de tus mejores dioses y tal vez eso te haya afectado" 

Miguel exhaló un relato que se escuchaba como todos en su repetitivo speech de guía turístico, recostado a un lado del umbral de una puerta sin puerta, yo me recostada al otro lado muy cerca de él,  escarbando la sabiduría que aquel muchacho andrajoso dejaba escapar de sus labios sin saber siquiera que la poseía.

Habíamos llegado hasta aquel "atractivo turístico" que solo nos costaría 10 Quetzales,  para ver una réplica del Rijlaj Mam o Maximón como se conoce mas popularmente , frente al cual, otra extranjera en exótico español gringo, se hincaba junto a su hija pequeña, para rendirle una ofrenda,  tal vez expiar sus pecados y por supuesto buscar su favor en el cumplimiento de sus sueños.


En lugares como Atitlan, son cientos – sino miles - los extranjeros que huyendo de la humanidad, encuentran en las leyendas indígenas, en sus ropas relajadas, en su aceptado descuido personal, en su precariedad y su felicidad sobreviviente, un camino diferente y menos exigente para crear a su dios.

- ¡ finalmente,  lo que importa es la FÉ ! Me dijo Miguel.

Si usted quiere yo lo llevo ante el Máximon legítimo,  no verá nada, solo la gente de la cofradía, porque lo están aprontando para la procesión de esta tarde.

Aprovechaba así, cada oportunidad desde que llegamos al lugar donde el tenía su comisión de aquellos 10 Quetzales,  para cumplir con la gentileza Chapina de prestador de servicios y tratar de encontrar un "no, esta bien,  no es necesario" y ahorrarse la vuelta;  pero esa vez, como las anteriores y como las tres veces posteriores encontró en mí un: "vayamos por favor"

- ¡ finalmente lo que importa es la FÉ !  Repetía Miguel.

La fé hizo que la roca fuera un dios poderoso para aquel extranjero de la moraleja, la fé es la que hace que esta réplica que no tiene los 600 años del original (como si eso fuera mucho para un dios) sirva para suplantarlo durante estas festividades de semana santa y la fé es la que hace que esa señora le rinda ofrendas ahora, aunque no sea al legítimo Maximón.  
Aunque para las personas cristianas este muñeco de madera vestido con pañuelos, sombrero y corbatas y ofrendado constantemente con alcohol y cigarros no signifique nada, para nosotros los locales descendientes de Mayas y Aztecas, es un dios.


La gringa joven,  rubia y mal vestida, ordenaba su ofrenda enfrente a Maximón, (convenientemente adaptado al sincretismo católico como Judas de Iscariota) con sus rodillas en el piso de tierra. El dueño de casa oficiaba de chaman aunque cuidadosamente advertía que no lo era desde el inicio y su hija con vestimenta típica estiraba la mano para tomar los billetes de 10 de todos quienes llegábamos a aquella miserable morada.
Maximón, el dios atado - otra conveniente traducción de su nombre, aceptado "del lado malo" asumiendo su posición de "traidor de Jesús" para evitar la oposición de los conquistadores Católicos -  le entregaría una de sus corbatas o sus pañuelos a aquella devota que como parte de su ofrenda había traído una nueva para colgar de su cuello.

En el hogar que ese mes albergaba al legítimo Maximón (cada mes esta en una casa diferente de algún chaman supremo dentro de la Cofradía) reinaba la algarabía.

Una banda enloquecía el vecindario con sus instrumentos,  nativos y más extranjeros en sus ropas nativo-hippies, esperaban la salida del santo. Dentro de la pieza, tal cual como lo había visto ya años antes, el humo de vastos cigarros y el aroma a bar sucio mezclado con inciensos, se podía mover como una pesada cortina,  para encontrar los rostros posesos de los chamanes que en honor a Maximón habían chupado y fumado profusamente por horas para lograr su comunicación divina.

Mientras,  por las calles cercanas, los líderes de la cofradía, que co-gobierna el pueblo, que juzga y castiga y que define las castas de esa sociedad, avanza implacable para cargar a su dios en una procesión que los llevará esa noche, a recorrer 8 cuadras, en 12 horas.
8 cuadras en 12 horas - chupando, fumando, cantando y bailando hasta los limites del cuerpo - ,  humillando la Homilía Católica que partiendo en paralelo y desde el mismo lugar (la iglesia católica construída en 1512 disponible con prioridad para la Cofradía y no para el Párroco) recorrería esas cuadras en míseras 3 horas.


- ¡ finalmente,  lo que importa es la FÉ !.

Miguel, sin querer y sin saber por supuesto, confirmaba de forma sencilla, clara e indiscutible, el engaño más grande auto-infringido por la humanidad.

- ¡ finalmente, lo que importa es la FÉ !.
Nada tiene de especial si es una piedra envuelta en nylon, un muñeco de madera que justifica el vicio, un instrumento de tortura y vergüenza Romano del siglo 0 en forma de cruz, una roca gigante en La Meca, un humano gigante pelado y panzón en Oriente, o cualquiera de las otras tantas, de las miles representaciones de dios, ayer, hoy o en el futuro de la humanidad.

- finalmente lo que importa es la fé y la capacidad humana, mayor o menor, mas o menos inteligente, mejor o peor financiada, mas o menos manipuladora, mas o menos antigua,  para Crear su Dios.




enero 29, 2018

Un instante mas pequeño que un instante

PROLOGO: La realidad siempre supera a la fantasía.



La tarde de verano no podía ser mejor.

Pensaban salir temprano, el evento del año las esperaba, su dios las reuniría con hermanos y hermanas bautistas en el Campamento Juvenil 2018,  a solo un par de horas de viaje

¡Todos se habian sumado entusiastas!  Ocho serían y la “Corsita” que Jessica consiguió rentada,  encontraría la forma de acomodarlos, unos sobre otros, ¡pero que importa!, ¡juntos al fin!, ¡que mejor!.


Cuando algo fuerte nos une, algo tan fuerte como la fé en el señor, siempre creemos que nada es mejor que todos juntos.

Salieron de San Carlos poco antes de las siete de la tarde;  cargar todo y organizarse para tratar de soportar el viaje de ocho en cuatro asientos los había demorado, pero todos pensaban en “la multiplicación de los panes” y estaban seguros que no solo llegarían, sino que olvidarían toda incomodidad al instante de abrazar a su pastor.

Jessica sonreía como siempre, con los labios y con los ojos;  contagiaba esa alegría y esa fe que poco antes de partir transmitió en su cambio de foto de perfil en Facebook,  con el mensaje: “Tu amor NO es de esté mundo

La ruta estaba limpia, el sol de verano guiaría su rumbo todo el camino,  sin incomodar al menos al inicio. Los comentarios de la partida empezaban lentamente a apagarse con los primeros kilómetros, mientras siete jóvenes mujeres y Mauricio (¡cuando no! ¡bendito tu eres!!) buscaban acomodar sus huesos y carnes que aún no sentían el peso del viaje.

Alessandra hablo en su portuñol gentil mientras Jessica miraba la ruta desierta, una larga línea punteada y blanca demarcaba una recta que llenaba de paz a quien le había tocado la fácil tarea (ese día en que todos iban apilados) de conducirlos a la gloria.

Enfrente, allá lejos, solo otra camioneta, una pick up, asomaba su contorno tirando de una chata vacía.



Al mismo tiempo, Alfredo con sus ropas planchadas y sus adolescentes setenta años, acicalaba su adorado Rolls Royce, que tantas millas y clase le había regalado con su típico volante a la derecha, ¡carro ingles si los hay!, para partir en un viaje corto hacia Piriapolis.

Igual que Jessica, se dirigía hacia el sol, que lentamente emprendía su viaje al ocaso.


Jessica apretó un poco mas el acelerador, la ansiedad por llegar hervía en la sangre y los corazones de esas ocho almas.

En un instante, un instante mas pequeño que un instante, la sonrisa de cuerpo entero de “la Jeca” se apago al influjo de una pequeña explosión y el rasgar en el aire de una espada blandida por un destino inexplicable.


¿Cuanto tiempo dura el cruce de dos autos en una ruta nacional, en medio de una recta vacía?
¿Da ese tiempo acaso para que Jessica pueda ver los ojos de Carlos o su gesto consternado al momento en que su Ford comienza a dar vueltas sin explicación alguna?

En un instante, un instante mas pequeño que un instante, el neumático delantero del Corsita no soporto la algarabía de aquellos ocho jóvenes que marchaban convencidos en la busca de su señor.

Pudo ser un instante antes de que aquella solitaria Pick Up Ford Ranger se cruzara con el Corsita. También pudo ser un instante después y en cualquier caso, el amplio descanso de cesped de las rutas uruguayas habría abrigado la vida de ocho almas asustadas, pero palpitantes.


Pudo ser el instante exacto en que aquella Ford Ranger se cruzara con el Corsita, pero no lo fué y nunca sabremos si por bien o por mal.

Fue un instante, un instante mas pequeño que un instante, el que salvó a Carlos y su acompañante en la Ford Ranger, aquella pick up que se contorsiono, cuando en ese instante mas pequeño que un instante, el neumático del Corsita exhaló su último suspiro y envió la sonrisa de Jessica directo a la chata adosada al pick up. Una simple zorra vacía, una plancha horizontal de acero con dos ruedas, un artefacto inanimado que requiere de la fuerza de otro para moverse vertiginosamente;  igual que una espada requiere el pulso del guerrero o un hacha el desdén de un verdugo.

Solo uno de los ocho, respiró unas horas mas hasta unirse con sus siete compañeros de viaje.

En los ojos de Jessica, quedo el corte limpio, fácil, fugaz, que la zorra infringió al parante del parabrisas antes de llegar a su cuello.

Los otros siete, posiblemente no llegaron a ver nada, solo pasaron de su camino a la gloria, a la gloria misma; o al menos eso me gusta pensar a mi que falto de fe, miro las luces de bomberos y policías amontonadas en la Ruta 9, cuando recién llegado de Santiago de Chile y sin mas ganas que el amor por mi ahijada, trataba de llegar a San Carlos para compartir nuestras interminables charlas.

“El pastor Gabriel Irigaray, referente de Beraca en Maldonado, dijo que “hay cosas que no tienen explicación. Que llegan a nuestra vida y el cielo hace silencio. Pero seguimos creyendo que Dios es fiel y que su voluntad excede nuestra mente finita”.



Alfredo no supo nada de esto cuando su coche cruzó al carril contrario, Jessica 
nunca llego a la ruta 37 por donde aquel Rolls Royce remontaba galante la “Zanja del Encanto”. 
Pero Alexis y Manuel que volvían de trabajar a su Pan de Azúcar, a “la ciudad de la luz” como burlonamente se ha comparado ese pueblo con el Paris inmortal; debieron haberse encontrado con Jessica, Virginia, Leticia, Alessandra, Vanesa , Mauricio, y otro cuerpo mutilado aún sin nombre y todos, todos deben estarse mirando perplejos, tratando de explicarse porque están allí, porque ya no están aquí, si solo se dirigían al fin, hacia la luz.


“Irigaray (que no tenia en su iglesia a Alexis y Manuel) remarcó que el sábado (ayer) “partieron con el Señor ocho personas muy queridas por nosotros. Sabemos que están en un lugar mejor y más felices que nosotros”,

Fue un instante, un instante mas pequeño que un instante, un instante que llega muy a nuestro pesar, exactamente a su tiempo, ni un instante antes, ni uno después.




EPILOGO: Por supuesto no trato de ofender a nadie, ni me aprovecho de la fatalidad de los demás. Estos dos accidentes, entre otros que ocurren a diario en todo el planeta, sucedieron ayer a pocos kilometros de mi y trate de ser objetivo al contarlos, citando fuentes de prensa. 
La liviandad de la vida, la impotencia suprema, el pequeño miedo que me carcome al pensar que en cualquier momento puedo dejar a quienes amo, es lo que me lleva a escribir estas palabras. 

junio 21, 2017

Parábolas - 2 de X - Música & Ruido

Afinas tus sentidos,  acallas tu mente, desconectas el ruidoso exterior y sigues tu instinto hasta encontrar.

¿Lo hiciste? ¿Encontraste al menos una pequeña nota de TU música?
Si tu respuesta es SI, me estas mintiendo o te puedes saltar esta entrada y la que sigue.
Si tu respuesta es NO, eres sincero pero irresponsable, porque como te dije: “Te va la vida en ello, en ello y en nada más”.

En cualquier caso, este es el paso más complejo del camino, como siempre, el primero.

Decidir empezar un camino y en especial uno nuevo, desconocido y opuesto a todo lo que nos han enseñado, es difícil, al punto que la gran mayoría de la humanidad se queda en la primer lectura, se mece en el idealismo onírico de la posibilidad y es arrastrada inmediatamente o unos segundos después en pos de lo que creen estar construyendo como vida.

Por eso, como en cualquier primer paso, de cualquier proyecto, no se puede ser débil, no se puede tener piedad, no se puede ser condescendiente y – muy a pesar de aquellos que se repetirán como puede decir eso si antes de empezar un proyecto debo planearlo, pensarlo muy bien, diagramarlo y asegurarme de todos los recursos que necesitare en cada etapa – para empezar un nuevo proyecto, se necesita no pensar.
Es el arrojo, la valentía, la inconsciencia a veces, esa cuota sana de locura, ese momento de rebelión, hasta el instante de envidia o de genuina gratitud o generosidad el que provoca esa chispa que mueve el primer pie, nunca una decisión tomada de forma racional.

Así que sé cruel contigo, porque yo no seré condescendiente.
Tira por tierra todos los pretextos que tu cabecita ya empezó a trasmitirte para justificarte desde que pregunte “ ¿lo hiciste?”, no te molestes en comentarlos en voz alta, porque no solo no te escucho, sino que no me importan.

Si el oxígeno te llega a los pulmones y tu corazón late 76 veces por minuto, no necesitas nada más, todo lo demás son patrañas.
Así es, lo único que necesitas es estar vivo, porque lo único que te quita la oportunidad prodigiosa que nació contigo es la muerte y eso te puede pasar en este mismo instante, en el próximo renglón o mañana cuando estés viviendo tu pretexto, o lo que podría ser peor, en 50 u 80 años más, cuando estés más frustrado, más triste y más infeliz contigo mismo por no haber pasado por este tiempo de vida con dignidad.

Si logre despertar tu rebeldía, o al menos tu enojo conmigo (porque como cuesta enojarse honestamente con uno mismo – aquello del problema siempre está afuera) tal vez tengas la chispa necesaria para el primero paso, ¿pero primer paso a dónde? ¿A buscar mi música? ¿Y qué es eso? ¿Cómo busco algo que desconozco?

Por eso hoy el título de esta entrada es “Música & Ruido”, porque tu vida, la vida de todos, está repleta y cada vez más saturada de “ruido”. Distractores que sobre-excitan tus sentidos, y que suman billones de “notas” innecesarias, confusas y muchas veces contradictorias, a todo el propio ruido que tu cabecita genera por sí sola, en la búsqueda de cumplir con tu misión en esta tierra, de cabalgar la matriz como crees que nadie lo ha hecho para llegar al éxito.

Es VITAL que logres reconocer el ruido, para poder extraer Tu música y como esto se ha vuelto un manual que bien podría llamarse “espiritualidad para tontos” o “Spirituality for Dummies” (mas marketinero y D-Mode), te voy a tratar de bajar esto a “peras y manzanas”, para que no tengas pretexto alguno de aceptarlo.

He allí el detalle, decidido a iniciar la búsqueda, con tus ser completo alerta para dar el primer paso, no solo debes reconocer detrás de que iras, sino ACEPTARLO.

De nada sirve reconocer la existencia de la codicia, los celos, los vicios, la angustia,  si no aceptamos que somos Codiciosos, celosos, viciosos o estamos angustiados y luego, actuamos en consecuencia. Pregúntense íntimamente si no les pasa a diario, pregúntenle a otros, y verán como la línea virtuosa de reconocer, aceptar, trabajar y disfrutar es tan inquebrantable como difícil de completar.

Si estaremos lejos todavía, que no has reconocido siquiera tu música, perdido en el ruido generado por esa herramienta mal utilizada que llamamos “mente” y el bullicio enloquecedor de todo el exterior que casi siempre, opaca la paz que nos transmite la naturaleza.

Vayamos a su búsqueda.En la entrada previa, usaba el ejemplo de la búsqueda, de ese momento en que nada de lo de siempre funciona y no tienes otra que “Afinar tus sentidos,  acallar tu mente, desconectar el ruidoso exterior y seguir tu instinto hasta encontrar”
Estoy seguro te ha pasado: ¡yo lo deje acá! ¡Yo siempre lo dejo allá! ¡Cualquiera lo pondría en ese lugar! …pero la “cosa” no está, y una vez que agotaste la sinapsis prodigiosa de tu cerebro, te rindes, cierras los ojos, abres los dedos sin siquiera notarlo y dejas que algo te guie hacia un lugar diferente, un lugar exacto.

Un momento, un instante, oscuro, silencioso, vacío de todo lo de todos los días, lleno de ti, lleno de tu música, ese INSTINTO con el que todo humano nació y que lo une a todo el universo.

Después, cuando finalmente encuentras “la cosa” todo es explicable: “aaaaaaaaa claro, es que estaba apurado por ir al baño y entonces la deje allí”, o “mi hermanito chiquito lo agarro y lo cambio de lugar” y te olvidas, se te olvida, te sumerges nuevamente en la vorágine de tu mente y dejas de lado ese poder increíble que acabas de utilizar, o peor aún, se lo asignas a la suerte, a alguna divinidad, algún Ángel, algún santo, una brujeria o cualquier otro ser inexistente que “te guió” hacia lo que buscabas. Nunca a ti mismo, nunca a tu mayor poder interior, ese que usas sin consultar y que olvidas sin investigar, carente de toda curiosidad.

¡Es tan triste!

Es como poder abrazar siempre y solo abrazar cuando el otro desfallece de frió, de temor o de soledad. Es como poder tener sexo a diario y solo hacerlo una vez al mes. Es como ser capaz de correr, pintar, cantar y dejarlo para cuando seas grande o haberlo hecho por última vez cuando eras chico. Es como ser más rápido que una cobra, más fuerte que el hormigón, más potente que cualquier camión y más excitante que cualquier droga y morir sin jamás haberlo vivido.

Allí está el instinto, ese poder que nos hace uno como parte del todo, el que compartimos con toda la vida que nos rodea, que le da un poder muchas veces increíble a los “animales inferiores” (cuando presienten un terremoto o saben quién llega antes de que llegue, solo por citar ejemplos que no puedes obviar) y que hemos tirado al desuso como “animales superiores” en pos de un diferenciador sobre valorado (la mente) que creemos nos hace mejores y nos ha transformado en el mayor depredador del planeta y la pieza más deshonesta y falta de ética natural.

Cuando buscas las llaves, cuando eres capaz de atrapar la copa luego de haberla golpeado sin querer y mucho antes de que caiga al piso, cuando levantas la vista en el momento justo en que algo te golpeará, cuando sales corriendo al sentir un temblor o te agachas cubriendo tu cabeza al sentir una explosión, cuando  levantas algo increíblemente pesado para que no aplaste la mano de tu hijo, cuando frenas el carro en el momento justo y evitas un atropello, cuando cierras los ojos si algo viene hacia tu cabeza, cuando te tapas los oídos al influjo de un ruido estridente, cuando acompañas los labios y la lengua del otro al besar, cuando, cuando, cuando…..todo el tiempo, siempre.

El “cuando” que te hace más fuerte que nunca, más hábil que nunca, más rápido que nunca, mas talentoso que nunca, el “cuando” que te hace superior. El “cuando tu música se encarga de ti y tu no tienes opción de distraerte en pensar o escuchar lo de afuera”.

Eso que se queda en la anécdota, en la librería de lo excepcional y lo increíble, esa respuesta que siempre es la correcta y la más eficiente, eso es lo que tenemos que encontrar, aceptar, aprender a usar y disfrutar.
Cuantas veces te has dicho “si hubiera hecho esto” o “yo sabía que era así”, después de haber cambiado tu reacción inicial por otra pensada, maquinada, planeada y por tanto, plagada de vicio, de errores, de miedos, del calipso de limitaciones que tu cabecita te impone. Vacía de ti, de lo que fluye de tu interior, de lo que eres.

Eh allí “tu música”, todo lo demás, es puro ruido.
¿Y si cada humano bailara su propia música, mucho más a menudo?
¿Y si cada humano perfeccionara su danza?
La vida que compartimos en este planeta seria perfecta y la herramienta que usamos para romper esa perfección, esa cabecita tuya y de cada uno, sería utilizada solo al servicio de nuestro ser, mucho menos veces y con mucha mayor eficiencia.


¡No sería fabuloso si la mayoría de tus respuestas y acciones fueran no solo las más acertadas, sino las exactas, no solo para ti sino para todo el universo!.
Imagina que esto se repitiera por siete billones de seres en el planeta.
La armonía seria total, estaríamos en la exacta sintonía con TODO lo que nos rodea y la mayoría de las preguntas desaparecerían y con ellas todas las diferentes respuestas.
Con ese solo cambio en cada uno, el mundo entero cambiaría.

Tal vez tu no llegues ahí, pero si logras usar tu instinto, liberarlo a la acción, sacarlo del caja de emergencias de la que no tienes llave, un poco más que las veces excepcionales, tu vida, la tuya, será tan diferente, que el camino que leíste imposible en el párrafo anterior, se abrirá vasto pero luminoso frente a tus ojos y el prodigio te llevara en armonía, cada momento, cada día, un poco más allá.


Deja de nadar contra la corriente, haz el esfuerzo supremo de girar tu cuerpo y disfruta como te arrastra, siempre te llevara a tu momento y tu lugar.