septiembre 11, 2010

Lima – De paladar y de espíritu – 1805 horas

Antes les contaba lo que mis ojos profundos y mi corazón implacable veía en Lima, mas allá de mi mente siempre abierta y capaz de aplaudir desde temprano cualquier iniciativa que lleve sonrisa a los pueblos.

Hoy talvez le haga más honor a esta ciudad que merece no más compasión, sino más justicia de mi parte.

Un par de rodajas de “Ali” , hicieron que mis ojos pudieran descansar de la tortura inefable de no cruzar el camino con nadie digno de ver.

Es que esta semana alguna consigna cósmica, ha hecho que los buenos mozos y las buenas mozas, no salgan de su casa.
Dice Pablo que el “universo conspira” y yo fiel creyente de tan pocas cosas, sigo confirmando que Cohelo tiene mucho para merecer la canonización.

Falto de emociones de las que entran por los ojos, mi boca exigió su lugar estos días y se ha encargado de concentrar mis sentidos.

Un par de cenas con Salmón en “La Huasca Puclana” y “Alfresco”, para rechuparse los dedos.
Una decepción en un restaurante Uruguayo mal elegido, pero bien vivido.
Un desayuno remontado a comienzos del siglo 20 en “La Tiendecita Blanca”, un entrañable espacio suizo en el corazón de Lima.
La confirmación de un “risoto a la carne saltada” en Dánica, seguido por mas de una conversada “zambucca” en las rocas.

La noche me ha llevado a “los barrancos”, la invención típica de esos espacios acogedores en lugares poco habituales.
Como en San Antonio Texas a la vera del río o en Buenos Aires en Puerto Madero, Lima construyo un paseo íntimo de mediasluces y magia poética donde alguna vez corrió un río, que entre terremotos y gente dejo su lugar para nuestro disfrute.

Pasado el “Puente de los Suspiros” desde donde “Chabuca Granda” nos ha inundado de canciones y poemas; el reguero de adoquines nos deja caer en “Picas”; para interrumpir la charla entre tragos de “Aguaimanto” y “Maracuya”, que parecen haber nacido en esta tierra para ser combinados con el fiel pisco peruano.

A la derecha, el “Sóngoro Cosongo” nos recuerda vibrante la versión de nuestro Camdombe Uruguayo, que entre Lima y Arequipa, las colonias afroamericanas han destilado para el pueblo peruano.

Mas arriba, el “Ayahuasca” ( http://www.ayahuascabar.com/
), en su majestuosidad y delicioso decorado ecléctico, trata de brindarnos en tragos multicolores y de exóticos sabores, la experiencia misma de esta droga que los Incas llamaban “la soga del alma”.
Es que vivir la buscada experiencia de probar el “Ayahuasca” en la selva, te lleva, dicen, entre sueños, a encontrarte con lo mas profundo de tu ser.

Estar sentado en una de sus tantas barras, no puede menos que recordarnos al amigo Juan y su preciada “pura vida” de Murcia. Vaya que haríamos estragos aquí compañero; con barman de origen milenario y frutas que solo crecen en las selvas y sierras de los Incas.

Imposible olvidar al flaco Fernando y su gusto por las cosas espirituales, que si vienen líquidas mejor; u obviar aquella “Mayacuyaroska” que perdidos en la cuarta playa de Morro de Sao Paulo, nos humedeció los labios y nos llevo a una siesta perfecta bajo aquel barzucho de costanera.

Una carta interminable ( digna de ver http://www.ayahuascabar.com/carta.html
), que nos invito con un “Curandero”, machacado de “Carambola” y pisco; mas otro de “Camu camu y Uña de Gato”, para terminar en un estupendo Martini de Uva Borgoña (Uva Tini Reforzado) que dicen, se ve muy sexy tomado por un caballero.

Con una sonrisa grande, una nueva gratitud por esta ciudad que se ve fea a los ojos, pero que distingue a su gente de tantos vecinos y con la deuda de tomarnos una Cuzqueña – que sea de Cuzco y no de mi inventado Cusque Chileno – mientras saboreamos un Suspiro Limeño autentico; dormiremos un par de horas hasta partir a casa.

Ansioso, pero finalmente feliz de haber pisado por primera vez tierra incaica.
Un beso grande, un beso inmenso Lima.

2 comentarios:

  1. Es una ciudad con encanto y magia, que siempre recibe al amigo extranjero con mucho cariño y calidez. Que viva el ayahuasca!!!!
    Gracias, realmente linda entrada.
    arf.

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  2. Me alegra mucho que al fin hayas conocido Perú, país que añoro. Con un poco más de tiempo podrías atesorar su gente... Extraño a muchos personajes y grandes amigos.
    Talvez la próxima vez que visites Lima, podamos coincidir, y poder mostrarte lugares encantadores y permitirme llevarte a donde hacen el mejor pisco sour que puedas probar!!!

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