octubre 31, 2010

Tesoros Ajenos - Parábolas, para bolas y para!! bolas!! - Tercera


Así como en la segunda parábola tengo miles de dudas sobre “el bicho” que mejor me aplica y mas bien creo que he paseado por diferentes especies en cada uno de mis fracasos, manteniendo un interior inconsciente muy cercano a la Gallina, excepto en mi última despedida; aquí tengo claro que soy uno más de estos maestros de la sabiduría.

Exento de “vaquitas” desde que nací, soy de los grandes “rompe-huevos” o mas bien, “mata-vaquitas” que anda por el mundo.

La vida me ha enseñado a tener una capacidad innata, inmediata e increíblemente certera para detectarlas y un pensamiento claro con línea directa a una lengua aguda, siempre lista para el ataque.

He aquí una de esas parábolas que si tengo bien aprendidas, esa, de la que seguramente muchos de ustedes me han escuchado hablar con cara curiosa, sin llegar a entender a que me refiero. Siempre se disfrutan mas y obtienen un carácter de verdad diferente, cuando las cuenta alguien mas…


Matar a la Vaquita

Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vió a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.


Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.


Llegando al lugar constataron la pobreza del sitio, los habitantes -una pareja y tres hijos-, tenían una humilde casa de madera y estaban vestidos con ropas sucias, rasgadas y sin calzado.


Entonces se aproximó el Maestro al padre de la familia y le preguntó:


- En este lugar no existen posibilidades de trabajo, ni puntos de comercio tampoco.
¿Cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?


El señor calmadamente respondió:


- Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo.


El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.


En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:


-Busca la vaquita, llévatela al precipicio de allí en frente y empújala al barranco.


El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden.


Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir...


Aquella escena quedó grabada en la memoria del joven durante años y nunca pudo sacarse un terrible cargo de conciencia por el crimen cometido a instancias de su Maestro.


Tanto impactó esto en su espíritu que con el tiempo, abandonó al maestro y prosiguió solo su camino.


Años después, el joven aprendiz debía pasar cerca de la casa y tomó la decisión de regresar al lugar, contarle todo a la familia, obtener su perdón y, de ser ello posible, repararles el daño causado.


Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, una huerta arreglada, un bella casa, niños saludables y adecuadamente vestidos y calzados. El joven se sintió más triste y desesperado aún imaginando que aquella humilde familia hubiese tenido que vender el terreno para sobrevivir.


Aceleró su paso y al llegar a la casa fue recibido por un hombre muy agradable y tranquilo.


El joven preguntó por la familia que vivió allí hacia unos cuantos años, pero el hombre le respondió que ellos vivían allí de toda su vida.


Sorprendido el joven revisó los rostros y descubrió que, efectivamente, se trataba de la misma familia y sólo atinó a preguntar:


- Yo pasé años atrás y éste era un lugar pobre…¿cómo logró esta prosperidad?


Y el hombre entusiasmado contestó:


- Mire joven…años atrás nosotros teníamos una vaquita, pero no sabemos cómo, se cayó a un precipicio y murió.


Al principio creíamos que sería nuestra ruina, sin embargo, obligados por las circunstancias debimos desarrollar otras habilidades y esfuerzos que ignorábamos que fuésemos capaces de lograr.


Mis hijos empezaron una huerta y sus productos nos alimentaron y nos permitieron abastecer el mercado local, yo aprendí las artes de la alfarería y me convertí en un afamado artesano, hoy vienen desde lejos a comprar mis piezas, mi esposa retomó sus trabajos de costura y sus prendas también son requeridas a kilómetros a la redonda. Prosperamos y las penurias de la pobreza acabaron para nosotros…

Dios nos ayudó matando nuestra vaquita!!”


Moraleja:


Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra supervivencia, la cual es una convivencia con la rutina, NOS HACE DEPENDIENTES, Y EL MUNDO SE REDUCE A LO QUE LA VAQUITA NOS BRINDA.


 Y tú, si tú,  que seguro crees no tener ninguna vaquita, ¿cuando vas a abrir los ojos?


MATA LA PINCHE VAQUITA!!! y evoluciona, como les dije a unas compañeras de trabajo de Tania en la Barra del Chuy allá por el ´97 (que historia esa, casi me matan mi vaquita!!)

octubre 30, 2010

Tesoros Ajenos - Parábolas, para bolas y para!! bolas!! - Segunda

Esta segunda parábola es la que mas “pincha” en mí por esto días.

Siempre me creí un tipo comprometido, entregado a lo que hace, consistente, paciente, esforzado y responsable.
Esas cosas que nos gusta decirle a nuestro espejo.
Parte de la enfermedad.

Los resultados parecen mostrar que eso no es tan obvio en mis relaciones personales, especialmente con el sexo opuesto y mas especialmente con las personas que amo.
Podré decirle lo que quiera a mi espejo y darme besitos en la mejilla, pero eso no me saca los dos divorcios de encima y las varias roturas dolorosas que he vivido.

Es obvio, que lo que yo veo, sin tratar de “facilitármela” con las partes buenas de la historia, que son muchas pero que no hacen a los “highlights” del pasado; no es correcto.
Yo sospecho que mi terapeuta piensa lo mismo y estoy seguro que algunos de ustedes también.

Como esta experiencia de “desnudarme en el medio de la calle” provee además de la posibilidad de atesorar algunas lindas críticas, recibir torturas merecidas, libres están de tirar las piedras que apliquen.


Parábola de la Gallina y El Cerdo

La gallina le dijo al cerdo: "Hagamos algo juntos". "¿Qué?", le preguntó éste. "Jamón con huevos", respondió la clueca. "¡Encantado!", exclamó el cochino, hasta darse cuenta de que para hacerlo a la gallina le bastaba con poner un par de huevos, mientras él tenía que ir al matadero.

Moraleja: en cualquier relación,  proyecto o decisión, hay quienes participan y quienes se comprometen.

¿Qué eres tu? ¿Qué soy yo?
¿Gallina?
¿Otra Gallina que no sabe elegir tan bien el plato a preparar?
¿Cerdo?
¿Cerdo que elige mejor el plato compartido?
¿O una especie de Ornitorrinco con plumas y colita en espiral que le gusta arrastrarse en el lodo usufructuando los huevos de otro?










octubre 29, 2010

Tesoros Ajenos - Parábolas, para bolas y para!! bolas!! - Primera

“Hoy me cubro bajo el brazo de los grandes, para poder mañana cubrirlos a ellos y a los que vendran” escribía yo allá por los ´90, cuando inspirado en Beaudelaire, Shakespeare y Quevedo, descifraba mis primeras poesías.

Hoy aplica para introducir esta seria de 4 entradas, en las cuales solo buscare transmitirles, letras, sentíres y enseñanzas de otros, que han marcado mi vida y que sigo como reglas inconscientes en todo momento.

Mucho es lo que circula por Internet y seguro no son solo estos 4 ejemplos los que alimentan mi ser, pero me arriesgo a la posibilidad cierta de que ya los conozcan, a fin de asegurarme de que cuentan con ellos.


Un buen amigo me enseño una de las lecciones mas difíciles para controlar mi boca parlanchina y exagerada, “los tres filtros” y ese será motivo de esta primera entrega, a pesar de aún no haber asumido 100% su enseñanza..

Los tres filtros.

Estaba Sócrates sentado cuando llego su discípulo y le dijo:

Discípulo: Maestro, tengo algo que contarle de un amigo suyo
Sócrates: ¿A lo que me vas a contar ya le has aplicado los 3 filtros?
Discípulo: No se que son los 3 filtros, maestro
Sócrates: Los 3 filtros son 3 sencillas preguntas, las cuales debes de aplicar a lo que deseas contarme, si las respuestas son positivas, podrás hacerlo de lo contrario, no me interesa saberlo
Discípulo: ¿Cuáles son los cuestionamientos que debo de hacer?
Sócrates: El primero es, ¿Lo que me vas a contar es VERDADERO?
Discípulo: De hecho no lo sé, porque me lo han contado y a mí no me consta
Sócrates: Entonces no estás seguro de que sea VERDADERO
Discípulo: Así es maestro

Sócrates: Entonces no ha pasado el primer filtro, hagamos el segundo filtro. ¿Lo que me vas a contar en BONDADOSO?
Discípulo: No entiendo; maestro, ¿a qué se refiere con BONDADOSO?
Sócrates: Quiere decir, que si lo que me vas a contar habla bien de la persona
Discípulo: No maestro, de hecho habla mal de su amigo
Sócrates: Muy bien hasta el momento no ha pasado dos filtros, veamos el tercero. ¿Lo que me vas a contar ME ES DE UTILIDAD?
Discípulo: No maestro, no le va a servir de nada
Sócrates: Muy bien, como lo que me vas a contar NO ES VERDADERO, NO ES BONDADOSO Y NO ME ES DE UTILIDAD, no me interesa saberlo

Y Sócrates siguió sentado y el discípulo se fue cabizbajo.

Reglas simples, que sumadas a algunos matices que me encanta agregar, como si lo dicho viene de alguien que te ama o no, hacen el milagro de la comunicación posible y esencialmente simple.

Si el mensaje viene de quien te ama, será siempre en la mejor voluntad, buscando tu bien y seguramente el suyo propio, porque amar es compartir la misma esencia y lo que sea bueno para ti, lo será siempre, para quien te ofrece su amor.
Obviamente yo no soy Sócrates!!

octubre 28, 2010

Barra del Chuy 1997 – Ustedes tienen que evolucionar conmigo!!! – 0931 horas

Llevábamos algo así como 9 meses saliendo juntos, desde aquella tarde en que la llamé desde el teléfono público del Super Uno. Ya no podía seguir soportando esa preciosa cola ir y venir con desdén del otro lado del mesón de Adquisiciones en la Intendencia Municipal y esos labios casi siempre de un rojo intenso, que me hablaban con indeferencia, pero me pedían a gritos que los masacrara a besos.

¿A las 19 en la 19? Y ahí empezó la historia.


Era un Julio frío, pa cagarse de frío, y a Tania se le ocurrió la brillante idea, de que fuéramos con sus compañeras de trabajo a pasar una semanita de heladas vacaciones a las cabañas municipales de la Barra del Chuy.

En Uruguay, tenemos la manía de llamar “Barra” a la desembocadura de un arroyo al mar y hay un arroyo que se llama “Chuy”, igual que la ciudad limítrofe con Brasil donde todos van a comprar “vagayo”. Así que ya saben donde estábamos.

Estas cabañas,  son unas construcciones minúsculas, con un living-comedor-cocina de 15 metros cuadrados, un baño y un dormitorio de otros 9 metros, que ostentan paredes de media altura, gracias a su “fresco” techo de quincho (paja brava, que les encanta a todos por su frescura y olor a campo, pero en verano).

 

En el medio de la cabaña, como sosteniendo toda la estructura, tenía que haber una estufa a leña, en este caso estufita (40x30cm), talvez por la medida de la cabaña o talvez porque eran municipales.

Lo cierto es que la experiencia pintaba como un interesante reto: físico por el frío, social por convivir con varias parejas de empleados públicos y sus hijos, y económico por la peligrosa cercanía del para entonces, baratísimo Brasil.

Tal fue así, que llegamos, nos acomodamos y partimos “pal Chuy” a buscar víveres, que por supuesto, incluían cantidades industriales de “cachaza” y limón de pica, para sobrevivir la semana invernal a orillas del arroyuelo, bañados en Caipiriñha.

Éramos 18, incluyendo (creo recordar) cinco parejas, la Yiya (eterna solitaria risueña) y unos 7 crios.
Cada pareja tomo una cabañita y todos acordamos reunirnos para cenar juntos, hacinados pero calentitos esa noche.

Pa´ ese entonces, yo era “el nuevo”, además del único “no municipal”, el único miembro masculino de pareja soltera y el único que no llevaba hijos al festín (aunque ya los tenia claro esta).

Tambien pa´ese entonces, se empezaba a rumorear en el pueblo, que tenia un talento especial para hacer empanadas de carne (y para comerlas por dios!!), así que me toco preparar la cena.

Deberé afilar mis garras de seudo escritor, porque es sumamente importante que logren meterse en el momento que sigue, vivir conmigo aquel entorno y disfrutar de los resultados.

Los 11 mayores y los niños mas tímidos se arremolinaron como pudieron alrededor de la única mesa que ocupaba la mitad de la habitación, los restantes niños corrían por el resto de la cabaña (ya saben las medidas), pero por suerte se cansaron y se fueron a dormir (sospecho y espero) para cuando todo estuvo bien “adobado”

Yo me “parapeté” en el fogón que hacía de cocina en la pared trasera y trate con mi espíritu siempre ordenadito y por demás obsesivo de acomodar la logística de manufactura, para lograr un limpio desempeño de mis artes culinarias.

Las empanadas son mas ricas y "mortales" si son fritas, y mucho, mucho mejor, si lo son en GRASA, tal cual los uruguayos disfrutamos de hacer nuestras tortas fritas. Pero la estufa a leña, que quedaba contra el piso, era tan pequeña, que sobre la fogata, solo pude acomodar una cacerola de 20 cms de boca, con un mango laaaargo - pa´no quemarme los dedos vió.

Técnicamente, el problema residía en que la cacerola no podía albergar mas de dos empanadas en período de fritura.

Dado que era el único fogón-cocina y además de ordenadito y obsesivo, soy un acaparador, yo misturaba mis hechuras comestibles, con la preparación de las “muy rústicas” jarras de caipiriñha, sustento liquido que al principio calentaba el ánimo invernal y al final, calmaba engañosamente la sed y el “calor humano” que la montonera, la fritanga y la exitación provocaba en los sobrevivientes nocturnos.

96 empanadas hice.
Si, 96.
A dos por turno de fritanga, significaban un mínimo de 96 agachadas a la estufa ardiente y contra el suelo (pa ponerlas y pa sacarlas vió). Le podemos sumar una bajada mas por pareja de empanadas para girarlas, así que nos vamos a 144 bajadas y eso sin contar las “agachadas” de control.

Cada par de empanadas demoraba aproximadamente un minuto en dorarse (el relleno estaba listo al armarlas), con lo cual, ese centenar y medio de “agachadas” mantuvieron un envidiable ritmo durante las siguientes dos horas de reunión.

Como responsable y aplicado trabajador, “a prueba” con las amigas y congéneres laborales de mi prominente novia, el Isma (YO) armaba las empanadas al tiempo que fritaba, lo cual proveía de rápidos y candentes víveres a la mesa .Al mismo tiempo, preparaba las jarras de caiphiriña para saciar a los buitres. Si afuera era invierno, adentro, vivíamos en el caldero del diablo a esas alturas.

Lo invito a que trate de agacharse 150 veces, sin estufa caliente, sin responsabilidad por empanadas quemadas, sin tener que armar las próximas antes de que las otras terminen su proceso de cremación, sin el barullo de 17 personas en 15 metros cuadrados y sin tener que saciar su creciente sed por la ardua labor, con una cada vez menos cuidadosa gaipiriñha.

Si, adivino bien, termine IN CON CIEN TE.

Cuando abrí los ojos, tenia puesto solo un buzo deportivo azul eléctrico que adoraba de mis tiempos de “fuera de tiempo”, no ropa interior, no remera, nada, solo el buzo (para los chilensis, un buzo, no es un pantalón, es un buzo, tapa la parte pectoral del cuerpo).

Estaba tirado en la cama y Tania estaba sentada de espaldas a mí a los pies.

Me pareció raro su no respuesta a mis “buenos diiiiassss”. Ni giro su cabeza.

Cuando la operación se repitió al decir : - hola amor, estas bien?, supe que estaba en problemas.

Problemas que confirme eran graves cuando giro su cabeza, sin mover un solo músculo y me miro con los ojos mas odiosos que me haya mirado en todos los años que la he conocido.
Se levantó y salió del cuarto, dejándome con una intriga arrasadora.

Rápidamente escudriñe la habitación en busca de pistas, pero no encontré nada, mientras sus compañeras de oficina le decían algo así:

- bueeno, no te enojes, se ve que se sintió “cómodo” pobrecito.

Las preguntas iban y venían en mi mente, pero yo ni siquiera era capaz de recordar que la caiphiriña podía haberme vaciado el coco de neuronas la noche anterior.
Inmediatamente sentí el revuelo de que salían otra vez pal Chuy y me apreste a levantarme, ni la cabeza me dolía!! Y eso en mi, seria un dolor grande, bien grande.

Cuando salí a la soleada mañana de Julio, a las puertas de mi cabaña, los “maridos” empezaban a preparar un asado.


- buen diiiiaaaaa

Nadie me miro, nadie contesto.

Por un momento llegue a pensar que había dejado de existir, eso era!!, yo no estaba allí, por ende solo yo escuchaba mi voz y eso explicaba porque Tania no me había contestado y estos caballeros desconocidos, no respondían mi caluroso saludo matinal.
Sintíendome el “hombre invisible” elegí rápidamente un costado de la puerta, para sentarme a ver si el sol si me veía y me ayudaba a comprender lo que pasaba.

Opte por intentar lo básico

- buen diiiaaaaa????

Y si, no era el hombre invisible, los hombres me miraron con casi la misma desidia que me había mirado Tania, mientras se acercaban cerrando filas a mi con los instrumentos de “asar”.
Levante las manos, supongo puse una terrible cara de boludo y dije

-bueno, bueno…no tengo idea que pasa, pero…..

Mi inspiración o mas bien desesperación, se vió truncada por las carcajadas desproporcionadas de los tres tipejos, que no podían aguantarse mas aquel teatro que habían montado.

Un poco mas relajado - realmente la paliza se veía encima - logré cambiar mi sonrisa de nervios por una de calma y comencé con el cuestionario de rigor para averiguar la causa de tanto alboroto.
Al influjo de los cuentos, yo iba teniendo algunos flashes en mi cabeza, que me confirmaban que aquello podría haber sido posible.
Parece que para la empanada numero 90, yo y todos, estábamos en un pedo tísico (bien mamaos, en curda, arriba de la pelota, curados totales, se entiende verdad?) , pero especialmente yo por supuesto.

Yo recordé que la 95 y la 96, por aquello de que ya todos debían estar satisfechos y no me sentía ya tan “responsable” (no por el pedo bestial obviamente), las tire al aire desde la olla con grasa para que las “barajaran”. Todo muy bonito hasta ahí.

Uno de los susodichos había resultado muy dicharachero (Cacho) y se ensaño con el minusválido Carlos, para divertirse a granel.

Dicen que de niño y de borracho no se miente y yo que miento poco naturalmente, mucho mas honesto y brutalmente sincero debí ser esa joven noche de mi vida, en la cual me agarre el primer, si PRIMER pedo de mi existir, el mas grave hasta ahora y casi casi el único.

Resulta que en mi visión persistente de que los empleados públicos incluyen algunas células conformistas en sus decisiones de vida y ante aquel grupo de féminas fatales - aceptemos para ese entonces, salvo la YIYA (que se veía como el nombrete), las niñas se vían muy bien!!decidí promulgar algunas leyes máximas y tácitas de la sexualidad humana. (beso para Paty y Margot que nos leen y a Ana y Sara que talvez reciban esta entrada como gentileza y curación a muchos males - recordemos aquello de "la risa remedio infalible" de las Selecciones de la Readers Digest) -

Complementado esto con una invitación directa (frente a sus maridos) de que EVOLUCIONARAN conmigo, seguramente "con miras" de que fuera aquella misma noche y allí mismo, entre la grasa salpicada de la fritanga y los limones exprimidos y azucarados de la "gaiphira".

Dicho esto por sus esposos, no pude obtener flash alguno que lo confirmara, pero la expresión “evolucionar” se me hacia tan mía como difícil de inventar por los susodichos y la cara de Tania en la mañana completaba una buena duda razonable de que todo fuera cierto.


Pasos seguidos, dicen, que sobrevino la música.
Gran bailarín como soy, no dudo que en aquel estado haya explayado mis conocimientos innatos en aquel pequeño cubículo y parece que el muy HDP del “dicharachero Cacho”, me invitó a seguirlo en un paso peculiar, donde terminaríamos con los “talompa” (pantalones) en los tobillos.

Pues ¿recuerdan aquello de aplicadito?, parece que se sumo a mis artes bailanteriles y a mi falta de neuronas y vergüenza, y si bien el idiota solo amago, yo me baje toda la ropilla hasta el piso.

Parece que esta gotota, rebaso el vaso mas que lleno de Tania y no tuvo mejor idea que llevarme fuera, al frío de la madrugada, a increparme por mi actitud.

Mal lo veo, mal lo veo!!

Desde allí, calentura aparte, parece que dejaron de verme y en sus niveles de alcoholismo, reflexionaron sobre ello, talvez minutos, talvez horas después.

Tras la búsqueda tropezona, encontraron que ni afuera ni en el baño estaban mis restos, con lo cual al tantear la puerta del cuarto y encontrarla trancada, intuyeron que allí reposaba.
Mi no respuesta a los gritos los inquieto, así que el “dicharachero” se subió a la pared del dormitorio para “visiculear” pa dentro.
Recordemos que es una cabaña y las paredes solo llegan a los dos metros, arriba, la sercha normal de los quinchos, sostiene el techo.

Parece que el campeonaso de Cacho, miró a la muchedumbre inquisidora y al dormitorio varias veces y le dijo a Tania seriamente:

- ¿ustedes tienen muchos problemas?....porque vomitó todos tus calzones!!

Paso seguido, se tiró pa dentro del cuarto y abrió la puerta.

Todo lo que sigue y confirmé rápidamente a la vuelta de las mujeres del Chuy, indica que el pobre Ismaelito, había confundido el placard con el baño y muy prolijamente había abierto la puertecita y depositado allí los restos de sus empanadas, la gaipirinha que no se había consumido quemándole las neuronas y posiblemente uno que otro pedazo de sus entrañas, exactamente, sobre las maletas abiertas que habían dispuesto para el tan mentado viaje invernal!!

Alli me encontraron, culo "parriba" saliendo como dibujito animado del placard, reposando mi cabecita sobre un charco de la misma inmundicia que la rodeaba como un aura pecaminosa.

Dicen que Tania aperró (se hizo fuerte y tomo cartas en el asunto), de pura vergüenza supongo. Los corrió a todos del cuarto, debe haber vomitado también por el olor y la asquerosidad; lucho como pudo con mis 90 kilos de humanidad inconsciente para sacarme la ropa, vestirme nuevamente (cositaaaa!!!), juntar toda la ropa asquerosa y talvez después dormir.

Fue fácil entender en ese momento la cara de esa mañana y hasta el silencio y la indiferencia total que recibí toda esa semana de su parte.

Ese día, complete todas las cuerdas del campamento, lavando a mano, con agua bien bien fría, como buen pecador que era, todo lo que habia enchastrado la noche anterior.

Si vamo´a hacerlo, vamo´a hacerlo bien carajo!!

octubre 27, 2010

Montevideo - Anthony - 0254 horas

Hace unos días encontré en mi “maletín de los recuerdos” esta foto y la subí a ese espacio en la web, creado para compartir mis ausencias con los chicos desde que se mudaron a España y porque no, saciar la curiosidad de “amigas vichonas”.

Uno se emperra en pensar que con los años se ve mas guapo y las amistades de hoy, de la misma edad que uno o mayores en su mayoría, aplauden y consuelan diciendo lo mismo. Pero lo cierto, es que si bien no hecho nada de menos esos tiempos, fuimos jóvenes y bellos (como se dice).

Yo tenía escasos 21 años en esa foto y Anthony estaba arriba mío con menos de dos años, como acostumbraba hacerlo continuamente por aquellos días.

Vivíamos apretados en Montevideo, con Marcia, Mamá y Natacha y a pesar de trabajar 18 horas al día, nuestros tiempos de padre e hijo eran muy cercanos.

Imposible olvidar lo que costaba llevarlo a la guardería-jardín donde pasaba la tarde mientras Marcia comenzaba sus armas en la enseñanza preescolar en el Saint Patrick College de la calle Ferrari en Carrasco.

Alguien le había regalado al nacer, un perro de peluche que con el tiempo, fue equiparando su tamaño. Era de “tela avión”, tristemente celebre por aquellos años en equipos deportivos de colores fulminantes (violetas, morados y fucsias), por ser tan liviana.

El perro, que a su año y medio ya carecía de ojos, nariz o boca, era bicolor, rojo y amarillo, brillante también en sus inicios, opacado por el uso con el paso de los meses.

Anthony no dormía sin él, era una “bendición” siempre que estaba, y un terrible castigo si por casualidad se extraviaba entre pañales y ropa.

Una tarde en casa de Nair, por entonces mi suegra, la cual contaba con un avanzadísimo lavarropas horizontal, los de puerta de vidrio cóncava, tan comunes hoy día, pero una modernidad en esos tiempos, la abuela incauta oso lavarlo.

El estaba en su siesta, abrazado del pedazo de tela con escasa huata anudada dentro y con un color grisáceo general que se oscurecía en las costuras.

Plan mediante, marchó el guau-guau al lavarropas, con tan mala suerte, que a medio programa, Anthy despertó.

El reclamo fue inmediato, ningún mimo alcanzo para frenar la búsqueda y aún recuerdo el enternecedor momento en que mi niño, con cara soñolienta y ojos llorosos, se hincaba delante del ojo de vidrio del lavarropas y al ver pasar su preciado compañero de sueños, señalaba con su dedito girando al mismo ritmo que el tambor, diciendo... el guau-guau…el guau guau….el guau guauuuu, cada vez que completaba un giro.

Aun nos reclama que digamos que es inteligente, para él esto ha resultado mas un castigo que una bendición con el paso de los años.

Cuando apenas tenia 18 meses, le gustaba mucho Xuxa (igual que al padre!!) y era audiencia obligada todos los días en el viejo televisor Hitachi a color que teníamos como tesoro.

Para cuando la preciosa rubia no estaba con sus “hot pans” y sus “paquitas” alegrando niños y calentando padres, teníamos un cassete de audio con sus canciones.

Mi mayor adquisición por esos años era un minicomponente AIWA NSX 990, de 900 watts PMPO con el que manteníamos una relación amorosa de alto calibre.
A mi me envolvía en mis primeras experiencias con el New Age y el disco demoledor de Albert Hammond y para Anthony era su acercamiento musical a la blonda brasileña.

No pudimos sacarlo del “modular” de lo que quería ser un living, hasta que él creció.
Nos maravillaba todos los días, con su capacidad para manejar aquel equipo.

Una de las bondades del AIWA, era que, apretando el PLAY y el FFWW o el REW al mismo tiempo, el desgraciado corría la cinta hasta encontrar el comienzo de la siguiente canción; alucinante capacidad para esos tiempos!!!

Y Anthony lo tenía muy claro. A él le gustaban solo algunos temas, o al menos algunos mas que otros, así que diestramente, cambiaba de rolas a su gusto, mientras bailaba frenéticamente los pasos aprendidos frente al NSX.

El año pasado, cuando me decía que quería ir a la Universidad para ser DJ (si, leyó bien, DJ, Disc Jockey, Dish que son los que ponen la música en los boliches, viste!!), al mismo tiempo que se me retorcía silenciosamente esa parte que a todos los padres se nos retuerce cuando escuchamos algo así, recordaba esos tiempos de Xuxa y también, que ahora cuando voy a Elche, es él quien me da la última música del verano Ibizenco. Seguro podría ser un buen DJ, un buen lo que quiera, que es lo importante.

El próximo 22 de Diciembre cumplirá 19 y lo tendré conmigo pasando 5 semanas en Sudamérica. Pronto yo tendré 40 y el 20, y será muy muy parecido, a como me lo imaginaba cuando tan precozmente, tuve el orgullo de ser su padre, hace tantos años atrás.

St.Maarten – Guerra de Vanidades - 1138 horas


Re conocida es mi vanidad que lucha por ser orgullo y no soberbia.
Distinguido mi gusto diferente y muchas veces obsesivo en el vestir.

Quienes me conocen, no necesariamente demasiado, podrían adivinar siempre el color de mis calzonsillos con solo ver mis pies y el de mis zapatos al mirar mi bragueta.
Cuando lucía un arete en la oreja izquierda, que por algún motivo este 2010 se llevo, también el color de la joya era, pista perfecta para asumir mi ropa o viceversa.

Trivialmente, llevo una tremenda lucha interna, sin enfrentamientos, ni dolores, ni vencidos, pero lucha al fin; de si lo mejor de mí,  son mis manos o mis pies.

 
Es que la línea perfecta en la secuencia de los dedos; el buen tamaño, suficiente para hacer mis extremidades eficientes pero no brutales y esa marca de la venas que hacen hábiles mis dedos cuando bien los uso y masculino mi dorsal al mezclarse con las arrugas naturales, es común a los 4 puntos cardinales de mi cuerpo.
 
Mas hoy, mirándolas diferentemente involucradas en este instante, prefiero mis Pies, apanados de la finísima arena, cortando mi vista al Caribe de “Orient Beach” en St.Maarten, que mis manos que apenas se distraen para contarles esto sobre mi Blackberry.

Ellos son protagonistas, mis manos, la siempre ávida herramienta de proveer placer, aún en estos relatos triviales y narcisistas.

¿Me disculparan? Pude contarles simplemente: que bonitas estan las playas de St.Maarten!!; pero eso lo sabe hasta quien nunca estuvo aquí.




EPíLOGO: St.Maarten o St.Martin, es sin duda las más glamorosa Isla del recorrido. Con su mitad Francesa y la otra mitad Holandesa, ofrece una variedad de opciones que justificaría al menos un fin de semana. En St.Maarten la mayoria de la gente habla Frances, Aleman, Ingles y una mezcla multitudinaria de idiomas de la cual no recuerdo su nombre (no Creole); esto implica un ambiente culturalmente diferente, que se suma a el sentimiento primermundista de su gente (todos creen ser europeos y en esencia, pues lo son).
Como siempre, un cambio cultural de esta naturaleza, impacta exactamente en TODO, por ende, el ambiente de St.Maarten es realmente diferente a los demas puerto visitados.
Inexquivables las hormas de queso Holandes que se venden por U$S 27 de ese lado de la isla o en el supermercado (cuando no Chino) que esta en la terminal. En mi caso, no habia opcion alguna, ni de cargarlo, ni de tratar de introducirlo al chilito querido, asi que, nada de lacteos y menos guerra en los aeropuertos.



octubre 26, 2010

St.Lucia – “…nunca supe que más necesitas para amarme!!! (me dijo)”– 1425 horas

Un paraiso - Sta.Lucia

A menudo me recuerdas a alguien....

Decía uno de mis preferidos de los 80s, Roque Narvaja.Lucia ha significado para mí cosas dispares en esta vida.

El nombre que jamás le pondría a una hija.

Una morocha de nariz pronunciada y aguileña con tanta personalidad como para llevarla perfecta, que conocí empezando los 90 como amiga de quien dejara el pensamiento de Benedetti en mi mesa allá por el 95 y hermana del disk jockey de los 80 que casi contratamos con el Flaco cuando ensayábamos para poner un Disco Pub en Florida.

Una canción de Roque que me gustaba menos que "Ni una palabra" y decía algo así:

Dame una cita,
vamos al parque,
entra en mi vida
sin anunciarte

Abre la puerta,
cierra los ojos,
vamos a vernos,
poquito a poco

Dame tus manos
siente las mías
como dos ciegos,
Santa Lucia, Santa Luciiiiiaaaaaaa, oh, Santa Luciiiiiaaaaaaaaaaa.


Hoy se guarda en mi recuerdo como esta Isla del Caribe, entre Barbados y St.Kitts, que me regala su mar transparente, enjuagado en un ron implacable y arenas como las de “mi Punta”, debajo de esta sombrilla salvadora, con la piel húmeda y una voz que me dice con una tristeza disimulada que yo no logro sentir: “ algún día te dejare de amar”







octubre 25, 2010

Intervención en tiempo real – Mi mañana, el resumen de algunas vidas – 1441 horas

Un pastel de dulce leche y chocolate que jamás imagine venderían en Chile, me acompaña para ser devorado desde el mismo Tupper en el que llego el fin de semana de visita. Una copa de buen Chardonnay Chileno refresca mi copa y Sarah Maclacham canta “Answer” para mí desde el living.

Detrás de la pared de cristal que une mi “reposera de trabajo” de la terraza, el sol brilla imponente sobre la “montaña de enfrente” y las otras un poco mas lejanas que tienen sus ultimas pintas de esa nieve que ningún verano logra llevarse.

La docena de golondrinas que habitan mi techo van y vienen para contener el griterío hambriento de los críos que aprovechan mi calor para florecer y solo algunas de las cientos de especies voladoras que cruzan el jardín se interesan en el alpiste y semillas de girasol que son renovadas diariamente por mi, en la esquina mas externa de la casa.


Ya en otras entradas les comentaba que HQEMS para sobrevivir a esto cada día.

Hoy es lunes, San Lunes para mi y seguramente para nadie mas!
Ya les he contado también porque mi visión de este atribulado día de la semana es tan poco convencional.

Han pasado varias cosas felices y poco importantes en esta primera mitad del día.

- Como siempre, me desperté cuando mis ojos se abrieron, entre las 8 y 8.30 de la mañana, con la sombra del sol mediando el verde del cerro de enfrente.

- Como últimamente, he disfrutado de sanas infusiones de buena comida cada 3 horas, a ver si ayudo al resto del esfuerzo por bajar el colesterol y mis exámenes de la semana próxima me confirman que voy en buen camino.

- Por influjo de un amigo, he descubierto a una “Princesa Primavera” que cuenta sus “aventuras y desventuras” en un blog entretenidísimo. Como buen cerdito, he querido influir ya hoy para que una entrada única en 2010, no nos deje sin su magia, así que si lo logro, lo compartiré con vosotros.

- Hable con mis hijos y eso ya ilumina cualquier día, pero además, logré que Anthony pase casi 5 semanas en el Sur el próximo fin de año, de las cuales espero llevarme conmigo no menos de 3.

- Invite a todos ustedes a recorrer el caribe conmigo y mi “alfiler de pinchar globos” y ya recibí las primeras quejas que me encantan.

- y por estos minutos, trato de confirmar el viaje con Michel a Disney World en Diciembre, otra de las ilusiones que heredamos desde pequeños y para la cual no tengo previsto ningún elemento cortante, pinchante o ponzoñoso.

Una mañana cualquiera, que podría resumir cabalmente buena parte de la vida de muchos.

Así, disfrutando el pecado diario que hoy tiene cara de pastel y sabor de Chardonnay, miro mi cabaña, sonrío mi paz y me apronto para disfrutar los 10 minutos que me lleva hacer la maleta que pasado mañana, me llevara a Uruguay en mi visita mensual de una semana.

Que nervios!! Que pondré en esa pequeña maleta!!

Que locura, este sondear continuamente para encontrarle la “maravilla” a las cosas, cuando lo tan vivido, le quita magia a lo normalmente excepcional.

Pero…¿quien me quita lo bailado? …y lo comido y lo bebido y lo escuchado y lo amado.







San Juan de Puerto Rico – Partiendo a Saint Thomas – 0800 horas


Debo en primera instancia pedirle que no mida esta “excusión” por mis palabras, cada uno vive cada viaje de su vida y en especial un Crucero, como se le place y como lo siente. Yo no quiero suponer ni inventar como cada uno de ustedes lo viviría, así que me remito a mis vivencias.

He pasado casi 40 años de mi vida esperando a la persona adecuada para hacer un crucero, por aquello de toda la magia que ello encierra.
No quería tolerar quejas infantiles, ni cansancios injustificados, ni mareos desafortunados, ni falta de ganas o gusto por las cosas.
Un Crucero significaba para mi, el “súmmum” (como dicen los uruguayos) y no estaba dispuesto a que estando en el paraíso, se reclamara por estupideces y menudencias.
En definitiva, por eso no había hecho un crucero.

Y ahora, en estos días complejos de mi existir, me he montado al Carnival Victory, a ver que me depara la cruzada.

Deben saber que estos barcos monumentales, que realmente parecen ciudades flotantes e incluyen casi todo lo que una persona común puede esperar a su servicio, jamás paran!!
Van y vienen en sus trayectos, cargando y descargando en dos puertos a la semana alrededor de 3000 personas, lo que de por si, ya es todo un reto y toda una experiencia para los vacacionistas.

También debe saber que los principales clientes de estos “Tours por el Caribe” son los Americanos, en su mayoría de clase media o media baja y dentro de esa mayoría, mucha gente de color, la cual agrega su especial divertimento al viaje y a los ojos.

Por ende, subirse a un crucero con 3000 personas, de las cuales 2000 son de color, 2700 son Americanos o Puerto Riqueños, 1500 son obesos y solo unos cientos representan otras latitudes, obliga a adoptar que los mecanismos de divertimento programados, estén orientados en forma directamente proporcional a la población flotante abordo.

Los días son para visitar las Islas Paradisíacas del Caribe Sur, un 80% va de compras, un 15% toma los tours que se venden dentro y fuera del barco y un 5% se toma un taxi a la playa más representativa y hermosa de la Isla.

Yo, tome un taxi cada día, así que mis crónicas tendrán especial relación con las playas y lo que se ve desde la terminal de cruceros hasta que las suaves y claras aguas se hacen de mi cuerpecito.

Las noches son para disfrutar entre múltiples divertimentos a bordo, desde la ilusoria y cursi experiencia de mirar las constelaciones del sur y del norte mezcladas en el cielo oscuro y limpio de alta mar, en cualquiera de las cubiertas; a emborracharse ferozmente en los bares mirando béisbol o futbol americano, hacer las generosas donaciones en el casino, pasar a cantar un repertorio de canciones solo en ingles en el salón de Karaoke o reunirse en el teatro mayor a ver el espectáculo del día, al cual hay que aceptarle un nivel bien recomendable, en especial para ser gratis.
Los que no, siempre tienen el Free Shop de a bordo, que se esmera por vender todo lo que tiene, cada día con mas creativas ofertas y tres o cuatro “esclavos” (así terminas viéndolos después de ver el tiempo que actúan estos seres humanos) que cantan con muy buen nivel música latina, americana o regaee en diferentes puntos del barco.

Obviamente la pizza, los hot-dog, las hamburguesas y las papas fritas tienen canilla libre todo el día y en los desayunos tienes opciones de “reventar” o “comer ordenadito” dependiendo de lo dañino que te hayas levantado ese día.
Los almuerzos para mí eran siempre en la playa y las cenas, toda una experiencia gourmet y social en el restaurante principal.



La primera parada puede ser St.John o St.Thomas, en este caso, tomaremos las estupendas playas de St.Thomas como dorado refugio de aguas verdes transparente, rodeado de peces curiosos, donde lamentablemente, Magelan Bay, afectada por una tormenta, no estaba habilitada.


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octubre 24, 2010

Santiago de Chile – ¿quieren volver a viajar? – 2228 horas

Talvez no debería hacerlo, pero he revisado mis 80 publicaciones ya escritas en este blog y me doy cuenta de que, dado que he reiterado mis tiempos en Chile, México y Uruguay - mis destinos habituales - los he dejado sin “crónicas de viaje” para disfrutar.

Todavía saboreo aquellas primeras entradas que parecen tan lejanas tres meses atrás, cuando caminaba por Hyde Park o me montaba en “la choche azul” en Beyrout y vuestro retorno de “gracias por llevarnos contigo!!”, relleno de sincera gratitud.

¿Porque a quien no le gusta viajar?
Y si no viaja todo lo que quiere, como es habitual, a quien no le gusta abandonarse de a ratitos a la dulce imaginación de lugares paradisíacos o místicos y si el escritor lo hace bien, saborear las comidas, sentir los olores bajar hasta los alvéolos y los tímpanos vibrar al ritmo de la música de otras tierras.

Me he distraído casi un mes completo y en tantas entradas previas, en mí, en mis días, en mis reflexiones, en mis sueños y mis dolores, y los he privado de ese placer, que para mí, como viajante habitual, ha perdido los colores que tiene para tantos.

Por eso, a pesar de tener varias series de diferentes temáticas ya escritas, simple reflejo de mi realidad alborotada, hoy los invito a extender las alas, porque no a ponerse el snorkel y viajar otra vez conmigo.

Así como de niñas os enseñan a esperar el príncipe azul y los pequeños siempre vemos caballos y soldaditos en nuestro horizonte, así, casi todos soñamos con un perfecto Crucero por el Caribe.

Desde que salio aquella serial “The love boat” o “El crucero del amor” donde Barry White ponía música sensual a las aventuras de parejas que subían en sus búsquedas a aquellos majestuosos barcos, todos soñamos con un Crucero.

Visitar playas paradisíacas del Caribe, sin perder el miedo excitante de estar en el afamado “Triangulo de las Bermudas” (se me ve la hilacha con todo esto, algunos que no sean de los 70, se estarán preguntando de que hablo!!) y porque no, ver alzarse algún hidroavión e imaginarse al enano “Tatú” tocando la campana de alguna Isla de la Fantasía donde Ricardo Montalban se hacia cómplice de una magia siempre lista a dar solución a cualquier problema.

Así que “bon voyage”, empiece por cerrar los ojitos, que en mi versión un poco menos fantástica, mucho mas actual y sin duda mas crítica (¿cuando no?) de estos famosos cruceros, lo invito a recorrer las Islas Vírgenes y las Indias Occidentales, en textos (aún no se que tantos) que no servirán de guía de turismo, pero le mostraran MI realidad de estos paraísos.

Bienvenido a Bordo.


 

Tesoros Ajenos - Parábolas, para bolas y para!! bolas!! - Cuarta

Esta es la última, porque confío también que, aunque me costo, la aprendí hace mas de 10 años.

Mi dificultad no venía exactamente de estar esperando siempre lo que no tenía, sino de haber crecido en una niñez exenta de todo, donde las “recetas generadas” se reforzaron y multiplicaron hasta mi juventud.

Cuando esas “recetas” ya no eran necesarias y por ende, aplicables, debí aprender a priorizar diferente y lo mas difícil, a disfrutar.

DISFRUTAR, concepto simple que para quienes me conocen hace poco se les debe hacer increíble que yo no conociera, pero que me costo descubrir y mucho mas permitirme durante mas de la mitad de mi vida actual.

Allá les va, muy conocida, pero siempre sabia….

El MBA y el Pescador

Un banquero de inversión estaba en el muelle de un pueblito costero cuando llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.
El banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le pregunto: ¿Cuánto tiempo le tomó pescarlos?

El pescador respondió: "Sólo un poco de tiempo".
- "¿Porqué no permaneces más tiempo y sacas más pescado?"

El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.

- "Pero.. ¿qué haces con el resto de tu tiempo?"

- "duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, me hecho una siesta con mi señora María, voy todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos. Como ves tengo una vida divertida y ocupada."

El banquero replicó: "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deja te explico... deberías gastar más tiempo en la pesca, con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador, eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este "pinche" pueblo e irte a una Ciudad importante, luego a otro continente y eventualmente a Nueva York, donde manejarías tu empresa en expansión".

El pescador preguntó: "Pero, cuanto tiempo tarda todo eso?".

- "entre 15 y 20 años".

- "¿Y luego qué?"
El banquero se rió y dijo que esa era la mejor parte. "Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones".

- "Millones ...y luego qué?"

- "Luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, echar una siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo a tomar vino y tocar la guitarra con tus amigos".

MORALEJA

Cuantas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos tristes por aquello que no tenemos.

Afortunadamente mi vida actual esta llena de buenos escenarios, las cosas logradas alimentan mi alma cada día y mis pretensiones son extremadamente medidas en lo material.

De seguir como voy, pronto habré terminado mi camino, caminado de la forma que he elegido, disfrutando la mayoría de mis momentos, sin mas inquietudes que las que me ligan y desligan de la humanidad, allí donde las expectativas y los merecimientos tienen como único limite, el tiempo, la vida misma.



Santiago de Chile – un extraño en la ciudad – 1238 horas

PROLOGO: Hace casi 10 años, Eric tomo partido por mi, ni tan declaradamente. El resto del mundo que conocía la historia se volcó con mi respeto y hasta agradecimiento hacia la otra parte (cualquiera sea, siempre vista como la mas débil).
Al gordo le costo su amistad de tantos años y hasta el “padrinazgo” de Michel.
Varios años debieron pasar para que las cosas pudieran verse como eran y a la distancia, pudiera recibir un poco de lo que siempre mereció.

Llegue a Santiago el 10 de Junio de 2006 y soy un completo extraño en la ciudad.

Generalmente no me expongo a estas realidades, pero el reto a la sincronicidad del universo es un aliciente constante para los desengaños.
Torpe certeza la de querer adivinar y hasta provocar aquello que solo el destino puede proveer.

Hoy los poquísimos amigos que tengo en Santiago están fuera de Chile y la locura de pretender una copa y una cena, ya que tenía que bajar a dejar las películas del “martes feliz” se ha vuelto cruda realidad.

Cuan tontamente se cierra uno a un circulo por tantos años y queda aislado de la sociedad, cuando sin merecerlo, el circulo toma partido innecesariamente.
Otro error cometido, otro mal paso, otra prueba de que tenemos mucho por aprender.

Un Carpaccio de Salmón y dos copas de vino tinto, fueron correcto consuelo para el desengaño.

Estar en Santiago hoy, es lo mismo que sentarse en un bar de Budapest, con la diferencia de que Budapest es mucho mas bonito y con seguridad la gente mas interesante, aunque ni siquiera le demos la oportunidad de demostrarlo.

Si bien debería estar acostumbrado a este abandono “post despedida” después de dos divorcios y “n” separaciones, sigo sin entenderlo.

¿Es que uno deja de ser uno? ¿Es que se siente desleal el que reconoce que vale la pena abrazarnos otra vez?

En demasía, se que es el tiempo el que pone final a este impáss incomodo y a veces inexplicable, pero ¿porque será que la gente necesita tanto tiempo para ver las cosas como son? O talvez más acertado ¿Por qué yo necesito tan poco tiempo?

En cualquier caso, la casita de la montaña me sigue mimando a pesar de los pesares y mañana despertare mucho mejor que los que hoy se niegan mi presencia.

octubre 23, 2010

Santiago de Chile – esta manía de querer saber…!!! – 2259 horas

Soy de los impulsores discretos y sin pasión de que “la ignorancia es la base de la felicidad” pero sin embargo, me emperro en andar buscándole explicación y porque no, imaginarle miles de opciones de futuro a cada cosa.

Estos días han sido “en tercera persona”.

No encuentro otra forma de describirlos.
Es que he vivido cada instante en dos dimensiones, como el Ismael que los vive y como el Ismael que me ve vivirlos.
Es como si estuviera todo el tiempo embebido en la vida misma y a su vez, observándome desde arriba, junto al resto del escenario, evaluando lo que hago y lo que eso provoca en el entorno.

Talvez alguna vez lo vivieron, talvez solo es un rastro mas de mi locura creciente.
En cualquier caso, no se me hace tan extraño. No es la primera vez que me pasa, talvez si la primera en que se extiende tanto y sin duda, la primera en la que puedo escribirlo inmediatamente.

Quisiera saber:

¿Que es de la vida de un hombre que estando en la barra de un bar, se siente totalmente ausente y desconocido por la gente que lo rodea? Sin tristeza, tan sin búsqueda de “sociabilizar” que su habitual “labia” se ve totalmente anulada por una torpeza verbal casi incontrolable.

Del otro lado de la barra estaba una chica que jamás escuche hablar y que pocas veces ví sonreir. De este lado, llego un chico con cara de bueno, la barba crecida desordenadamente, una campera deportiva de colores brillantes cruzada por una mochila a la espalda, unas bermudas de jeans con pinzas y unas de esas zapatillas redondas de lona con diseños, enfundadas en sus patas finas con medias.

El vino por ella, ella le habló…como 40 minutos hablaron mientras los tragos salían de la barra sin demora. Ella le sonrió y hasta dio la vuelta la barra para saludarlo cuando el, sin ganas, se marcho.

Ella solo quería saludarlo, él la abrazo y disfruto el momento.

Al rato paso por mi puesto de la barra cumpliendo su trabajo:
- ¿todo bien? ¿necesitas algo? no me conoce pero me ha visto un par de veces por alllí con Ivan y Branco.

- Me sorprendiste!! (le dije) hablas!!

Me respondió con una sonrisa, la primera y yo agregué:.

- Algunas personas tienen un don especial (obviamente refiriéndome al muchacho de la mochila y su capacidad de interactuar con ella)

- TU, tienes un don especial….yo hablo mucho, con todo el mundo, tu logras que no pueda hablar contigo…..mejor no? Te libras de mí.

...sin esperar respuesta y asumiendo que no necesitaba nada, giro detrás de la barra y se fué.

Por un momento pensé: ¿Me quiero librar de ella?, inmediatamente sonreí y entendí por claro, que habría preferido estar solo en casa, que incluso en aquel intento de bajar a “ver gente” prefería la soledad de mi puesto en la barra y que al fin y al cabo, me sentía mas Ismael viviéndolo así.


¿Quién es este tipo que siendo gentil no habla y siendo correcto no sonríe?Mirándome desde arriba, me sorprendía de los pensamientos del muchacho al que le di aventón en la camioneta.
Era un tipo grande, de barba poblada y prolijamente recortada, con lentes oscuros y porte elegante dentro de su indumentaria de trabajo en una automotora.
Se subió adelante y casi no hablamos en todo el camino.

Comentó que hubo temblores anoche, que salió en todos los canales de televisión.
Conteste que no tengo tele, que con suerte, jamás me entero lo que pasa fuera de casa.

Sentía como miraba de reojo, tratando de relacionar la música que sonaba, con el tipo que le estaba haciendo un favor por el cual ni había pedido ( nunca hizo “dedo”, yo pare y lo invite a subir – como es habitual) y que con gesto recio, sin televisión en su vida y manejando “diferente” (por decirlo de alguna forma), guiaba sus próximos minutos de vida.

Pocas cuadras antes de llegar a su destino, ví que sus rodillas casi tocaban su mentón!!
Es que detrás del asiento del acompañante va la mochila del gimnasio y no había reparado en su posición.

- estas super apretado, hecha el asiento mas atrás por favor….es que nadie se sienta nunca ahí.

Todavía me río por dentro tratando de imaginar lo que el pobre hombre habrá terminado de cerrar sobre mi persona.

Lo mismo pensaran en el gimnasio; ¿Quién será este tipo correcto que viene, hace su rutina sin demoras, saluda sin gesticular y se va?
Ayer Soledad le dijo a Esteban cuando empezábamos la evaluación mensual:
- él parece galán de telenovelas!!!.

Un poco incómodo Esteban no supo que decir y pregunto:

- pero de que telenovelas.
- No lo se..mmm no miro muchas….pero no chilenas, de las antiguítas de México, no?

Yo que asistía al halago que explicaba la mirada disimulada de Soledad desde hace más de un mes, trate de sonreír y callé, normalmente tendría mucho que decir.

Otra vez, el Ismael que miraba de arriba, no dejaba de sorprenderse.

Subiendo en el jeep por el Camino El Cajón, seguía riéndose de esa mezcla de osco sabelotodo y gentil caballero en que se han convertido estos últimos días.

¿Será que así quiero ser? ¿será que estoy caminando hacia mi estado natural? Resulta divertido desde fuera, ver como mi siempre problemática “primera impresión” se vuelve aun mas impenetrable.

¿Será que poniendo mas a prueba a quien quiera atravesar la “armadura oxidada” creo asegurarme un mejor final?

Desde fuera, sigue siendo divertido, habrá que ver como se vive desde adentro si esto continúa.


¿Qué es de la vida de un tipo que compra casi toda su comida empaquetada, saludable y recién hecha?Siempre adoré cocinar, pero nunca supe hacerlo para uno.

Es que es un placer para compartir, que bien se puede vivir egoístamente, pero no preparar egoístamente.

Con el paso de los meses, logré cocinar para menos de un “batallón” y creo que hasta llegue a limitarme a “dos porciones”. Una para hoy y otra para mañana (jajajajaja), pero con los últimos tiempos se me han quitado las ganas de comer dos días lo mismo.

¿Es que al comprar las porciones individuales, que cumplen con los designios del médico y el entrenador del gimnasio, estoy enterrando mi placer por cocinar?

Las reuniones multitudinarias pasaron a mejor vida, pero volverán y de casualidad tengo mas de un plato en la mesa, por ende, la solución del hombre práctico prefiero entenderla como haber logrado un espacio nuevo para hacer cosas nuevas. Seguramente cuando deba volver a cocinar, lo haré con el mismo placer, de lo contrario, cada vez tendremos mas comida empaquetada que comprar u opciones de restaurant abiertos.

Es viernes en la noche, gimnasio y supermercado, antecedieron mi cena al lado del microondas y mi pasaje con vino en mano a la cama, cuando recién daban las 10PM.

Empezaba a escribir esto que estoy cerrando hoy Sábado de mañana en la misma cama, cuando Eduardo me contacto.

Somos tan diferentes y como le dije a él: “quien diría que tu ibas a cambiar mi noche de viernes”
Reí con sus comentarios y volví a reflexionar con su repetida anécdota de “El Cerdo, la Gallina y el Omelette” (uno de estos días se las contare).

Pretendía continuar escribiendo cuando sonó mi celular de USA.

Debbie tenía semanas sin hablar, mucho que contar de su viaje a España y sus nuevas experiencias fuera de Infor.
Es una dama maravillosa y entrañable, además de una profesional admirada y poseedora de una energía envidiable.

- En Enero iré a Australia a ver a mis hijas, aprovechare para ver el Abierto de Australia (tenis) y quiero pasar por Santiago unos días a conocer tu cabaña!!

- Estupendo, vente cuando gustes, solo avísame para estar aquí.

Para la gente que ya atravesó la “armadura”, parece fácil comunicarse conmigo
Cerré la portable, la sonrisa obtenida de dos buenos amigos parecía buena compañía para mis sueños.

Tampoco hay que preocuparse mucho, entre tanta comida porcionada y envasada, también compre piedras volcánicas para renovar las de la parrilla, donde se hacen los asados y una bolsa de alpiste, para poner en el plato comunitario que seduce a mis compañeros de montaña al final de mi terraza.

Mirándolo desde arriba, se ve bien.

octubre 22, 2010

Ficción – ... y la puerta se cerro detrás de nosotros. - 1429 horas

El destino estaba definido, su tierra ya lo había visto trabajar de sol a sol y ahora su horizonte se extendía infinitamente, hasta donde solo el tiempo lo podía limitar.

Su primer ticket aéreo temblaba de ansiedad en sus manos.
El destino era lejano y totalmente desconocido.
Paraguay lo recibiría para estrenar su talento, ante la crítica de un pueblo diferente, que seguramente buscaría toques inexplorados en sus hogares y lo obligarían a aprender y a desprenderse de las inquietudes locales que por algunos años lo habían moldeado.
Habría que adecuar aquellos hogares al calor sofocante del clima mediterráneo, ausente de mar, ahorcado entre dos grandes ríos, sudoroso de humedad constante, sedíento de tererés guaraníes y cataratas inmensas.


Francois Montperrier lo acompañó en aquel primer viaje.
Era su contratista inicial y el hogar de unos primos del francés, los acogería en la periferia acomodada de Asunción.

Una escala en Buenos Aires permitió que Francois improvisara regalos tempranos para las damicelas de su hogar, su mujer y su hija, inexperto viajante que se carga a la salida.
Sentados a la espera, Francois comento:
- Viste que lindas chicas que hay en free shop?
- No, la verdad no he pasado por allí.
- Dale, como si no te importara, mira que tu fama es bien conocida.
- Mi fama?
- Vamos Jack!! , se antecede a tu persona que eres un conquistador nato, incapaz de estar lejos de una nueva presa en cada momento.
- Nada mas alejado de la realidad mi estimado Francois, no son estos ambientes donde yo me desenvuelva con soltura ante la presencia femenina.

Jack no mentía, era difícil que el imaginara lo que el devenir de los años le programaría y que lugares tan desconocidos entonces como las salas de espera y los aviones, serian “la nave nodriza” de sus encuentros.

Tres chicas pasaron frente a ellos, cargadas de bolsos que lucían orgullosos sus marcas, fruto de un seguro vuelo de “compras” al Buenos Aires Fashion, que tanto tenía para ofrecer por monedas.
Ella lo miro al pasar y repitió el giro de su cabeza desde los asientos cercanos donde esperaban la salida del mismo vuelo.

Lucia brillante, elegantemente vestida, sonriendo y charlando sin parar, festejando la euforia de la compra en compañía de sus amigas, comentando seguramente los muchos piropos que los babosos pero guapos argentinos les habrían propinado ese fin de semana.

Francois vio menos, pero igual noto las miradas

- si si, nada mas alejado de la realidad, murmuro entre risas, mientras Jack sacudía la cabeza en negativa.

El cruce inexcusable de miradas la dejo pasar por su lado en el avión.
Estaban dos asiento atrás y Jack aprendió en ese instante, que ningún pretexto es mejor que ayudar a una dama con sus bolsos, para emprender un viaje en conjunto.
Cuantas veces repetiría la receta cuando ya fuera un experto en vuelo!!

La suerte estaba echada, solo faltaba imaginar y hacer realidad, como encontrarse con aquella mujer que halagaba su vista, en una ciudad desconocida, en días de trabajo extenuante, habitando la casa familiar de un Francois reservado y con solo algunos pocos dólares en la bolsa.
La ceremonia de los bolsos se repitió al descender y Jack completo la misión cargando el mas pesado hasta la salida.
Algún papel y el bolígrafo del oficial de migraciones sirvió para anotar los datos que posibilitarían el encuentro, mientras Francois sacudía ahora la cabeza y Jack levantaba su hombro izquierdo al unísono de una mueca en su boca, como diciendo:

- yo no quería, no tengo idea que paso.
- Si si, imagino – decía Francois – que con asombro recordaba los cuentos previos, que aunque eran creíbles, deslumbraban al ser confirmados.

Ella llamó y paso por Jack esa misma noche a la casa de la familia de Francois.
Jack solo pudo llegar, darse una ducha y escondiendo vergüenza, avisar que saldría inmediatamente.

- mañana empezamos a las 8AM – grito Francois mientras Jack ya se subía a la Toyota azul.
- Claro, estaré por aquí en un rato, tranquilo y …discúlpame con tu familia, tratare de no molestar a mi regreso.

La noche se extendió increíblemente, la charla era insaciable al igual que los ojos.
Ella no era una niña y el ya estaba maduro, lo que le daba a las miradas, las manos y las bocas, una sintonía húmeda de agobiante, sorprendida y mutua búsqueda.

Cuando ya no era hora de volver, unas empanadas y una cerveza a la luz de la luna, antecedió a una estación de servicio para ver las primeras luces de un temprano amanecer.
La charla seguía, parecía que ningún tiempo seria suficiente y contener el impulso de la química en sus cuerpos se hacia una tarea agotadora.

Subieron a la camioneta, el debía marchar.
Necesitaba tiempo al menos para bañarse y cambiarse.
Si eran madrugadores, sus anfitriones podrían estar ya levantados y eso haría menos vergonzosa la molestia.
Las calles se entreveraban, el desconocía la ciudad y empezaba a conocer su calor desde el asiento del acompañante.

Un giro a una calle rústica de balastro, el verde de la periferia que se veía derredor, un giro a la izquierda y un estacionamiento con una cortina metálica que se cerraba automáticamente tras de ellos.

Jack odiaba los moteles y sabia por cuentos de amigos, que estaba en uno de ellos.
Solo una tarde adolescente había tratado de llevar a una pequeña a uno de mal gusto, y habiendo caminado 15 veces la cuadra donde estaba la puerta, ambos habían definido que no podrían entrar allí.

Toda condicionante al sexo era un problema para Jack.
Una playa, un parque, el zaguán de una casa, la escalera de un edificio, un ascensor o el living contiguo a la reunión familiar estaban bien, sumaban, excitaban, pero un motel, un motel no.

El la miro y le dijo:
- donde estamos.
- Pensé que querías…
- No me gustan los moteles dijo mientras ya fuera de la camioneta, entraban por una puerta a una habitación de esas que Jack conocía por las películas.
Ella pidió disculpas, tenía mas experiencia que él, pero se veía realmente avergonzada por su elección unilateral y el rapto perpetrado.
El lo noto, pero igual continuó su descarga:

- odio los moteles, no se como reaccionar aquí - decía sentado en la esquina de la cama mientras aquella dama que se derretía por su sexo, parecía empezar a sollozar por su pesar.

El se acerco, la abrazo, y el motel se esfumo por unos minutos.
Había sido larga la noche, la charla deliciosa los había llevado a una realidad donde se conocían de toda la vida y lo que entraba por los ojos los llenaba de lujuria y búsqueda de placer.

La química siempre reclamada, la magia siempre bendecida, hacia de ellos uno solo y no había nada que pudiera evitar que lo disfrutaran.

Volaron al encuentro de Francois, cuando ya habían pasado las 7 de la mañana.
En la puerta lo recibió con traje y corbata, en 10 minutos, debían salir a su primera reunión.
Jack disfrazo vergüenza con vanidad, la despidió con un beso de hasta muy pronto y corrió a aprontar su jornada.
Se durmió en cada reunión.
Francois inesperadamente lo comprendió.
Fueron varios los retornos a Asunción.
Ella lo visitó en su paraíso para seguir alimentando aquello que tan naturalmente los unía.
Ambos en cierta forma sabían que no había un futuro juntos, pero estaban seguros de que si tenían una vida conectada para siempre.

Hace poco, hace pocos días, ella que siempre esta allí, siempre cerca, igual que él, le dijo:

- yo ya tengo un concepto de vos, que ni vos mismo me cambiaras.
Desde el otro lado del mundo, Jack sonrió, con esa dicha que solo nos da la certeza de haber madurado un cariño tan profundo como duradero, que soporta toda distancia pero no permite el menor olvido.

- Uno de estos días (como lo dicen desde hace años) nos cruzaremos, estoy seguro.
- A tomar un café, eso es lo que hace la gente grande como yo.
- No te ilusiones con lo del café.
- Me da miedo ese encuentro!
- Para eso si ya estamos grandes.
- En todo caso en la oscuridad total, así no salís corriendo.
- Lo dudo
- Un beso mío y un abrazo nuestro!!!!!!!!!!

octubre 21, 2010

Santiago de Chile – De putas y otras yerbas – 1116 horas

Un seudoamigo argentino, pensó que mi pesar se curaba con dinero.

- tenéme un asadito listo ché, que te caigo a las 10 con unas minas.

Como ni argentinos ni uruguayos podemos atentar contra la naturaleza, las 10 se hicieron las 12.30 y en el intervalo, un Arguile de Rosas y un clásico Absolut Pera con tónica y naranja, mataron el tiempo de espera.

Alguna de las buenas cosas que se me reconocen es ser un excelente anfitrión, así que para la cita a ciegas, Ismael no pudo ser diferente a como seria al recibir a Jelena e Ivan, la Pepi y Oscar, o Ramón e Isabel.

La cabaña lucía impecable como siempre, con cambios que los invitados no podrían jamás reconocer.Las semillas con pasas, el queso y el fiambre estrenando las tablas de caoba y plata 950 recién traídas del Imperio Inca, aceitunas negras recién arrancadas de mi huerto, un riquísimo olor a rosas en el aire y un asado a fuego lento en la terraza.

El atardecer había sido esplendido, cuando no! y la noche se presentaba fresca pero clara y rica. Tiempos disfrutados totalmente a solas por supuesto.

La estufa dejaba danzar sus llamas lentamente y las medias luces de los dormitorios empapados en aceites vaporizados de Sándalo, parecían un escenario de cuento de hadas para después del jacuzzi que brillaba listo.

Llegaron las visitas, cada una armada de su pipa de marihuana y aceptando con sus ojos lo que su boca decía sobre que habían fumado todo el día.
Niñas de 22 años, con cuerpos afortunados, risa fácil, pose adecuada a la profesión más vieja del mundo y labia de Puente Alto (con todo respeto).
Dijera la Pepi, “las de la winsha e la shala”


El argentino de ojos lascivos disfrutaba los quiebres que mi buena música provocaba en aquellos cuerpos y para variar, yo corría de un lado al otro, para atender las visitas, como si se tratara de una misión gubernamental o un cierre de grandes negocios.
Tuve la lucidez al menos, de definir que no era necesario poner platos para la cena (menos para lavar hoy) y picamos algo de lomo vetado y chorizos, argentinos claro, al medio de la mesa.
La rosca estaba tan pasada, que si bien cumplí los sueños de todos (cuando no) al servir los tragos solicitados con inquisidora rareza para ponerme a prueba, ellas, nunca pudieron tomarse uno entero.

Supieron hacer su show, probé que la mesa del living puede soportar hasta tres personas perfectamente bailando encima (hoy tuve que limpiarla y pasarle lustramuebles) y el ambiente se iba armando, pero yo desconocía la dirección.Probé también, que si bien las palabras contínuas al principio eran “- relájate poh webon”, todos coincidimos al final que nadie estaba mas relajado que yo, ni consciente , por supuesto.

Es que era una inauguración.
Era como perder la virginidad.
Quien imaginaria que un hombre con mi historia, venía a tener su primera experiencia con Putas casi rozando los 40 y en su catedral de la montaña.
Creo que puedo manejarme bastante bien con el sexo opuesto, pero con putas, me declaraba incompetente, y dada la experiencia, es cosa que no quiero aprender.

Las niñas estaban sorprendidas, reconocían por primera vez como se siente el “calor de hogar” que tantas veces les habrán leído en libros de cuento; y haciendo caso de tanto insistente pedido, el jacuzzi puso a llenar sus aguas y sus burbujas.
Yo era el único que seguía disfrutando de mi trago, mientras todos pedían agua a gritos para apagar el incendio que las pipas seguían encendiendo. Pero en casa no hay TV, ni radio, ni diarios, ni agua. Son esos deseos que no puedo cumplir.

¿Para que les cuento detalles?
Basta con resumir (dijera Arjona) que de los 6 escasos condones que había en la casa, no se abrió ninguno; y que yo fui el único que disfrutó el jacuzzi, las velas y el olor a Sándalo.

Las niñas no pudieron cumplir su misión profesional, no la de llevarnos a termino, ni siquiera la de provocarnos mayores trastornos hormonales.
Una dormito un rato su estado, otra trataba de descifrar en su cabeza llena de humo como podía provocar a aquel tipo de la montaña.


Debo aceptar y aclarar, que hice lo que estuvo a mi alcance, pero no alcanzo ni para mí.
El resultado, para variar, fue que alguien más se fue de casa con una nueva realidad aprendida (el calor de hogar existe!!), dejándome reiterados 10 de calificación.
Yo volví al jacuzzi a terminar mi trago, hasta que las velas se consumieron y mis sabanas de 400 hilos egipcios me recibieron y me elevaron a los brazos de Morfeo (es un dicho, no hubo tal tipo en casa) para despertar hoy muy temprano y sonreír nuevamente por un bello día mas en la montaña.

Lo único que me indica que realmente lo de anoche paso, es que hoy tengo dos juegos de sabanas que lavar - por el rose, no por las manchas - ; algo de vajilla ya fregada en la cocina y el jacuzzi, que merecidamente hay que retocar con cloro para cuando vuelva a usarlo, yo.


EPíLOGO: Hoy me llamo el amigo argentino. Parece que “mi chica” casi llora de impotencia por no saber que hacer con un “hombre tan grande!!”. Estoy suponiendo que la niña solo puede referirse a mi edad y además que los clientes de los puteros en Chile deben ser todos menores de 30, con la cara de Brad Pitt y cuerpo de guerrero espartano. También me reprochó e insistió, en que debía aprender a tratar a las putas como lo que son, no como mujeres. Que qué pensaba yo cuando había preparado la casa de esa forma y que el “calor de hogar” no es sentir común para estas chicas, lo cual bloqueaba sus capacidades profesionales. Vivir y aprender.