octubre 12, 2010

Ciudad de México – Esta montaña rusa - 2208 horas

Un aniversario para no festejar, un mail mal agradecido y una exposición innecesaria a la realidad, me despidieron de Santiago.

No necesitaba confirmar que había hecho lo correcto, como siempre, quería sorprenderme, quería reconocerme equivocado, quería cambiar certeza por sonrisa, cordura por locura y fracaso por amor.

Pero Setiembre termino de llevarse mi ilusión y Santiago me llevo a partir como el hombre inteligente y responsable que soy, preguntándome si es suficiente ello para vivir y contestándome que es imprescindible para no morir.

Hasta ayer sentía y no me gustaba, hoy ya no siento y me gusta.

Triste aceptación que le quita sentido a la vida, al mismo tiempo que la ilumina y la impulsa mas allá.
Pobres quienes recogen las mezquindades y escarban en pequeños detalles con tal de ocultarse su propia belleza, su merecimiento, el contenido de su corazón y en ello, arrasan sin piedad ni consciencia la belleza que los rodea, de quien los rodea.

Las horas de vuelo no ayudan en el descanso.
Santiago a Dallas, Dallas a Ciudad de México y heme aquí, bajo el sol brillante que sorprende este Octubre de estreno, a los habitantes que me esperan, mojados por las lluvias de Setiembre y temblorosos por los fríos tempranos del otoño.

México me mira con otros ojos esta vez, y me ve como estoy.
Me abriga, me besa, me mima, me habla y me escucha y el mundo me obliga una vez mas a esta montaña rusa que sin querer se elije y sin elegir se quiere.
Me arranca jadeos, me grita placer.

2 comentarios:

  1. Que lindo sentirte de vuelta, aunque con sentimientos diferentes, los mismos que te hacen escribir igual de bello y mil provocaciones.
    ARF.

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  2. Extracto de un comentario basado en texto de Paulo Cohelo:
    "Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, ¡nada ni nadie nos es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad.

    Pero .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

    ¡Esa es la vida!

    PM

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