octubre 24, 2010

Santiago de Chile – ¿quieren volver a viajar? – 2228 horas

Talvez no debería hacerlo, pero he revisado mis 80 publicaciones ya escritas en este blog y me doy cuenta de que, dado que he reiterado mis tiempos en Chile, México y Uruguay - mis destinos habituales - los he dejado sin “crónicas de viaje” para disfrutar.

Todavía saboreo aquellas primeras entradas que parecen tan lejanas tres meses atrás, cuando caminaba por Hyde Park o me montaba en “la choche azul” en Beyrout y vuestro retorno de “gracias por llevarnos contigo!!”, relleno de sincera gratitud.

¿Porque a quien no le gusta viajar?
Y si no viaja todo lo que quiere, como es habitual, a quien no le gusta abandonarse de a ratitos a la dulce imaginación de lugares paradisíacos o místicos y si el escritor lo hace bien, saborear las comidas, sentir los olores bajar hasta los alvéolos y los tímpanos vibrar al ritmo de la música de otras tierras.

Me he distraído casi un mes completo y en tantas entradas previas, en mí, en mis días, en mis reflexiones, en mis sueños y mis dolores, y los he privado de ese placer, que para mí, como viajante habitual, ha perdido los colores que tiene para tantos.

Por eso, a pesar de tener varias series de diferentes temáticas ya escritas, simple reflejo de mi realidad alborotada, hoy los invito a extender las alas, porque no a ponerse el snorkel y viajar otra vez conmigo.

Así como de niñas os enseñan a esperar el príncipe azul y los pequeños siempre vemos caballos y soldaditos en nuestro horizonte, así, casi todos soñamos con un perfecto Crucero por el Caribe.

Desde que salio aquella serial “The love boat” o “El crucero del amor” donde Barry White ponía música sensual a las aventuras de parejas que subían en sus búsquedas a aquellos majestuosos barcos, todos soñamos con un Crucero.

Visitar playas paradisíacas del Caribe, sin perder el miedo excitante de estar en el afamado “Triangulo de las Bermudas” (se me ve la hilacha con todo esto, algunos que no sean de los 70, se estarán preguntando de que hablo!!) y porque no, ver alzarse algún hidroavión e imaginarse al enano “Tatú” tocando la campana de alguna Isla de la Fantasía donde Ricardo Montalban se hacia cómplice de una magia siempre lista a dar solución a cualquier problema.

Así que “bon voyage”, empiece por cerrar los ojitos, que en mi versión un poco menos fantástica, mucho mas actual y sin duda mas crítica (¿cuando no?) de estos famosos cruceros, lo invito a recorrer las Islas Vírgenes y las Indias Occidentales, en textos (aún no se que tantos) que no servirán de guía de turismo, pero le mostraran MI realidad de estos paraísos.

Bienvenido a Bordo.


 

3 comentarios:

  1. Vamos dale y deléitame.............
    ARF

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  2. Ahora te alcanzo en el viaje, que no me lo quiero perder, y me perdí durante un tiempo por estas rutas, pero ya estoy de vuelta. :D

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  3. realidades, movimientos internos o exteriores, cuestionamientos, pisadas, todo suma, de verdad es que todo se agradece,
    cdm

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