octubre 23, 2010

Santiago de Chile – esta manía de querer saber…!!! – 2259 horas

Soy de los impulsores discretos y sin pasión de que “la ignorancia es la base de la felicidad” pero sin embargo, me emperro en andar buscándole explicación y porque no, imaginarle miles de opciones de futuro a cada cosa.

Estos días han sido “en tercera persona”.

No encuentro otra forma de describirlos.
Es que he vivido cada instante en dos dimensiones, como el Ismael que los vive y como el Ismael que me ve vivirlos.
Es como si estuviera todo el tiempo embebido en la vida misma y a su vez, observándome desde arriba, junto al resto del escenario, evaluando lo que hago y lo que eso provoca en el entorno.

Talvez alguna vez lo vivieron, talvez solo es un rastro mas de mi locura creciente.
En cualquier caso, no se me hace tan extraño. No es la primera vez que me pasa, talvez si la primera en que se extiende tanto y sin duda, la primera en la que puedo escribirlo inmediatamente.

Quisiera saber:

¿Que es de la vida de un hombre que estando en la barra de un bar, se siente totalmente ausente y desconocido por la gente que lo rodea? Sin tristeza, tan sin búsqueda de “sociabilizar” que su habitual “labia” se ve totalmente anulada por una torpeza verbal casi incontrolable.

Del otro lado de la barra estaba una chica que jamás escuche hablar y que pocas veces ví sonreir. De este lado, llego un chico con cara de bueno, la barba crecida desordenadamente, una campera deportiva de colores brillantes cruzada por una mochila a la espalda, unas bermudas de jeans con pinzas y unas de esas zapatillas redondas de lona con diseños, enfundadas en sus patas finas con medias.

El vino por ella, ella le habló…como 40 minutos hablaron mientras los tragos salían de la barra sin demora. Ella le sonrió y hasta dio la vuelta la barra para saludarlo cuando el, sin ganas, se marcho.

Ella solo quería saludarlo, él la abrazo y disfruto el momento.

Al rato paso por mi puesto de la barra cumpliendo su trabajo:
- ¿todo bien? ¿necesitas algo? no me conoce pero me ha visto un par de veces por alllí con Ivan y Branco.

- Me sorprendiste!! (le dije) hablas!!

Me respondió con una sonrisa, la primera y yo agregué:.

- Algunas personas tienen un don especial (obviamente refiriéndome al muchacho de la mochila y su capacidad de interactuar con ella)

- TU, tienes un don especial….yo hablo mucho, con todo el mundo, tu logras que no pueda hablar contigo…..mejor no? Te libras de mí.

...sin esperar respuesta y asumiendo que no necesitaba nada, giro detrás de la barra y se fué.

Por un momento pensé: ¿Me quiero librar de ella?, inmediatamente sonreí y entendí por claro, que habría preferido estar solo en casa, que incluso en aquel intento de bajar a “ver gente” prefería la soledad de mi puesto en la barra y que al fin y al cabo, me sentía mas Ismael viviéndolo así.


¿Quién es este tipo que siendo gentil no habla y siendo correcto no sonríe?Mirándome desde arriba, me sorprendía de los pensamientos del muchacho al que le di aventón en la camioneta.
Era un tipo grande, de barba poblada y prolijamente recortada, con lentes oscuros y porte elegante dentro de su indumentaria de trabajo en una automotora.
Se subió adelante y casi no hablamos en todo el camino.

Comentó que hubo temblores anoche, que salió en todos los canales de televisión.
Conteste que no tengo tele, que con suerte, jamás me entero lo que pasa fuera de casa.

Sentía como miraba de reojo, tratando de relacionar la música que sonaba, con el tipo que le estaba haciendo un favor por el cual ni había pedido ( nunca hizo “dedo”, yo pare y lo invite a subir – como es habitual) y que con gesto recio, sin televisión en su vida y manejando “diferente” (por decirlo de alguna forma), guiaba sus próximos minutos de vida.

Pocas cuadras antes de llegar a su destino, ví que sus rodillas casi tocaban su mentón!!
Es que detrás del asiento del acompañante va la mochila del gimnasio y no había reparado en su posición.

- estas super apretado, hecha el asiento mas atrás por favor….es que nadie se sienta nunca ahí.

Todavía me río por dentro tratando de imaginar lo que el pobre hombre habrá terminado de cerrar sobre mi persona.

Lo mismo pensaran en el gimnasio; ¿Quién será este tipo correcto que viene, hace su rutina sin demoras, saluda sin gesticular y se va?
Ayer Soledad le dijo a Esteban cuando empezábamos la evaluación mensual:
- él parece galán de telenovelas!!!.

Un poco incómodo Esteban no supo que decir y pregunto:

- pero de que telenovelas.
- No lo se..mmm no miro muchas….pero no chilenas, de las antiguítas de México, no?

Yo que asistía al halago que explicaba la mirada disimulada de Soledad desde hace más de un mes, trate de sonreír y callé, normalmente tendría mucho que decir.

Otra vez, el Ismael que miraba de arriba, no dejaba de sorprenderse.

Subiendo en el jeep por el Camino El Cajón, seguía riéndose de esa mezcla de osco sabelotodo y gentil caballero en que se han convertido estos últimos días.

¿Será que así quiero ser? ¿será que estoy caminando hacia mi estado natural? Resulta divertido desde fuera, ver como mi siempre problemática “primera impresión” se vuelve aun mas impenetrable.

¿Será que poniendo mas a prueba a quien quiera atravesar la “armadura oxidada” creo asegurarme un mejor final?

Desde fuera, sigue siendo divertido, habrá que ver como se vive desde adentro si esto continúa.


¿Qué es de la vida de un tipo que compra casi toda su comida empaquetada, saludable y recién hecha?Siempre adoré cocinar, pero nunca supe hacerlo para uno.

Es que es un placer para compartir, que bien se puede vivir egoístamente, pero no preparar egoístamente.

Con el paso de los meses, logré cocinar para menos de un “batallón” y creo que hasta llegue a limitarme a “dos porciones”. Una para hoy y otra para mañana (jajajajaja), pero con los últimos tiempos se me han quitado las ganas de comer dos días lo mismo.

¿Es que al comprar las porciones individuales, que cumplen con los designios del médico y el entrenador del gimnasio, estoy enterrando mi placer por cocinar?

Las reuniones multitudinarias pasaron a mejor vida, pero volverán y de casualidad tengo mas de un plato en la mesa, por ende, la solución del hombre práctico prefiero entenderla como haber logrado un espacio nuevo para hacer cosas nuevas. Seguramente cuando deba volver a cocinar, lo haré con el mismo placer, de lo contrario, cada vez tendremos mas comida empaquetada que comprar u opciones de restaurant abiertos.

Es viernes en la noche, gimnasio y supermercado, antecedieron mi cena al lado del microondas y mi pasaje con vino en mano a la cama, cuando recién daban las 10PM.

Empezaba a escribir esto que estoy cerrando hoy Sábado de mañana en la misma cama, cuando Eduardo me contacto.

Somos tan diferentes y como le dije a él: “quien diría que tu ibas a cambiar mi noche de viernes”
Reí con sus comentarios y volví a reflexionar con su repetida anécdota de “El Cerdo, la Gallina y el Omelette” (uno de estos días se las contare).

Pretendía continuar escribiendo cuando sonó mi celular de USA.

Debbie tenía semanas sin hablar, mucho que contar de su viaje a España y sus nuevas experiencias fuera de Infor.
Es una dama maravillosa y entrañable, además de una profesional admirada y poseedora de una energía envidiable.

- En Enero iré a Australia a ver a mis hijas, aprovechare para ver el Abierto de Australia (tenis) y quiero pasar por Santiago unos días a conocer tu cabaña!!

- Estupendo, vente cuando gustes, solo avísame para estar aquí.

Para la gente que ya atravesó la “armadura”, parece fácil comunicarse conmigo
Cerré la portable, la sonrisa obtenida de dos buenos amigos parecía buena compañía para mis sueños.

Tampoco hay que preocuparse mucho, entre tanta comida porcionada y envasada, también compre piedras volcánicas para renovar las de la parrilla, donde se hacen los asados y una bolsa de alpiste, para poner en el plato comunitario que seduce a mis compañeros de montaña al final de mi terraza.

Mirándolo desde arriba, se ve bien.

2 comentarios:

  1. Veo dos cosas: La primera, una gran soledad interior por el dolor de una perdida reciente, dolor que deberá tener su tiempo natural de luto; el cual incluye tiempo de coraje, de desesperación, de tristeza, de ansiedad y finalmente de paz.
    La otra cosa es la maduréz que llega también con el tiempo y que vamos adquiriendo al vivir precisamente este tipo de experiencias.
    Al final mi mensaje es: Esto pasará, quizas tarde un poco mas, pero pasará y nuevamente vendrán tiempos de primavera.
    AP

    ResponderEliminar
  2. No dejes ese puesto, te va a llevar siempre mas cerca de lo real.
    Es un placer siempre
    El Leerte zondear.
    Abrazo,
    CDM

    ResponderEliminar