agosto 11, 2010

Londres - Bitácora del Marinero – 2115 horas

Pues los hay de los buenos y de los otros, hay días que mas dependen de los ojos que miran que de la realidad.

Hoy a sido el de las malas elecciones, lo cual en mi tiene un fuerte efecto frustrante.

Amanecí mas temprano que Londres, en chanclas, bermudas y T-shirt para no sufrir el calor e incomodidad de mi negra vestimenta de ayer.

Salí temprano, desayuno potente mediante, a una Londres gris y fresco, que mas allá de entibiar, siguió refrescando con el avance del día

La piel curtida y la sangre caliente, me dejaron sobrevivir hasta medio día.

Nuestra preciada “Picadilly Line” (linea roja del Tube) me llevo hasta Picadilly Circus donde el plan era arrancar este día inóspito en el Museo Británico. Segundo error. El Británico estaba mas cerca de mi hotel que de Picadilly Circus.

Cambio de planes que me llevo a sufrir la solitaria sombra de St.James Park hasta llegar a Buckingham, donde a la espera del cambio de guardia (3 horas despues) me dejo conocer sus interiores y alrededores con indeseable detalle.

Cambio de guardia que resulto (a mis ojos) mas un show de mal gusto, visto desde lejos y apretado por una mala selección de lugar, que una parada militar respetable y tradicional.
¿Será que los soldados se creen realmente el cuento? ¿Será que son soldados?
Pues bien, con el mismo sabor de boca que Ud tiene, pero sin su sonrisa, partí de regreso, a adecuar mis ropas (abrigarme) en la nueva habitación, que si bien estaba casi lista en el segundo piso, es increíblemente mas pequeña que la anterior.

Planchado de camisas, puesta de zapatos en los pies aun doloridos del primer día, lavado de cara y descanso fugaz mediante, optamos por contrarrestar el gris del día con dos experiencias poco culturales y así, recuperarlo.
 
Nothing Hill y Portobello Road me encantaron con su mercado, del que solo pude traerme alguna pequeñez para la cabaña, pero me hicieron sentir implacablemente solo.

Los ojos opacos que ayer eran noticia, hoy pegaban mas duro en el entorno italiano de ese precioso sector de Londres.

Ni el Cafe Nero, ni el pastel de doble chocolate que sirvieron de vicioso almuerzo, lograron endulzar esas horas tempranas de la tarde.

Harrod's como una "nave nodriza" (robado de la Pepi) de este comprador compulsivo, prometía cerrar mejor el capítulo, pero solo logro hacerme sentir inexistente, pequeño y descartable.

Un tremendo lugar donde todo está, Ud sabe, todo, pero para otra gente, que también esta y hoy no pude obviar.

Derrotado volví al metro que me trajera al agujero, con los pies más doloridos que el alma.
Otro descanso fugaz, un baño completo para cambiar el humor, nueva ropa y una nueva búsqueda.

Dos intentos de pub entre la muchedumbre ensordecedora del post trabajo, una cerveza en uno, el otro ni llego a pedido y sin hambre y derrotado por tercera vez en un solo día, volví a la cucha (en mi pais, la casa del perro)

Un par de horas de trabajo me devolvieron el ánimo, aun en mi profunda ausencia, mi empresa crece de maravilla (o será por mi profunda ausencia??).

Y aquí estoy, cuando aún es muy temprano, probando un vino rose que acompañará una pasta en este restaurante italiano que aprovechara el esbozo de apetito que ha surgido.

Solo, otra vez inmerso en el bochinche absorto de las voces acompañadas y los ojos opacos.

Sin tener ni la menor claridad de lo que pasara en las próximas horas, con ilusas esperanzas de sonreír y afinando los planes que mañana me llevaran finalmente a la Torre de Londres y el Museo Britanico.

Frente a mi, una pareja de aceptablemente atractivos franceses (por las dudas hombre y mujer), comparten su pizza, su vino y sus ojos opacos. Solo eso.
No hablan, no se tocan, no sonríen.

Por suerte, yo ceno solo!!!
Publíquelo para uno de esos cursos de actitud positiva.

No llega a sonrisa, pero se siente bien, al menos, yo ceno solo.

3 comentarios:

  1. Mejor, aun solo, acompañarlo de una sonrisa, y si no es visible, al menos que este en el alma.

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  2. Muchas veces como sola y tambien me río, pues me acuerdo de muchos momentos muy divertidos de mi vida y despues de un rato me doy cuenta que me estoy carcajeando, literalmente, si alguien me ve, diría, ésta está loca!!!!!
    No veo los Michelin, veo tus ojos.
    Muchos bsos
    Yo.

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  3. Animo!Hay dias asi
    Viajo un poco con tus relatos
    Un abrazo
    Maribel

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