Anexo 2 – Bitácora del Comandante – 1713 horas

La simpleza de lo complejo me obligo este anexo.

Si hubiera entrado por la puerta principal, entendería porqué los dorados y verdes portones de acceso a Kensington Green Palace, tienen un cartel de "in" y "out", dividiendo sus dos pasos. Pero no, explorador y atravesado como inconsciente descendiente de Vasco, en lugar de entrar al Hyde Park por donde todos entran al costado de los aposentos reales, yo salí por allí y me deje maravillar por una calle decorada en un cincuenta por ciento, por embajadas europeas y en el resto por casas de escala extra humana de quien sabe que desdichado apellido.

Tan tranquila la calle, como las copas de los enormes árboles que le daban sombra.

En el portón, no hay barrera, al menos no de las que un mediano conocedor vio en vivo y directo. Aquí, unos prolijos cilindros de metal (de verde señorial) que parecen haber nacido en el medio de la calle, suben y bajan, para que los Bentley, Mercedes o Jaguar puedan entrar y salir.

Allí, en esta entrada que oficiaba de salida para mí, entendí porque cada casa tenía bien marcado su portón de "in" y su portón de "out"

Es que entrar aquí no debe ser trivial y la salida en muchos de los casos debe merecer un espacio exclusivo, como para que quede claro que no siempre que puedes salir, la entrada volverá a estar abierta.

Un niño tirado por su madre en la prolija acera de enfrente, me recuerda con sus chillidos, que en este barrio delicioso, son tan, o menos humanos que yo.

Talvez esta misma “pequeñez” que yo experimento con placer por estos parajes "reales" la vivirían los habitantes de la comarca en la habitación no amoblada de mi cabaña del Santuario, seguramente con menos placer.

Mis pasos ya me metieron de nuevo al parque, aquí la plebe disfruta del "pan y el circo" que los "caesar" del siglo 21 les brindan.

Yo sigo atendiendo a los ojos opacos, que he confirmado miran, en su opacidad, a media distancia, mejor aun cuando nadie los mira.

En mi siempre crítica y expresiva mirada, me pregunto que pensaran de mí los nativos.

Es que mi "tenida" de hoy (version chilena de "muda" uruguaya, que dista mucho de una mujer incapacitada de hablar - lo que la llevaría a la muerte instantánea- sino que describe el conjunto de ropas que nos viste) encierra un par de misteriosas piezas.

He probado con insultante orgullo, que son el único hombre de chanclas en Londres, si señor!.

Los hay de sandalias y una enorme mayoría en tenis, pero de chanclas? Soy el único pendejo que cree andar en la playa y encima, son blancas.

Conocido es que amo mis pies, una perfección que me enorgullece, pero creo que no piensan en eso cuando me ven.

En "composé", por ese obsesivo gusto de andar "combinadito", de apuro ante la ausencia en mi maleta, adquirí ayer una T-shirt blanca que "le hiciera" a la tenida (ya explique que era)

Pues tan de apuro como de barata, adquirí una en 10 pounds alla por "French Conection" que suena a celebre marca, pero yo nunca la había escuchado.

Hasta ahí es una t-shirt blanca, solo que la única que quedaba de oferta tiene cuatro letras en el frente, en correcto azul add-oc con los detalles de las chanclas y la bermuda escocesa en blanco y blue, que hoy a perdido protagonismo.

French Conection United Kingdom dice en iniciales la remera.

FCUK
Yo no se si fue a propósito el diseño, pero luego de leer la mirada de muchos durante la mañana, use una vidriera de testigo y no pude evitar sonreír, cuando ví que instintivamente, mi publico ingles, seguramente leía FUCK antes de ver mis expresivos ojos latinos.

 

Pues así, con orgullo, una sonrisa picara y mi brillante mirada de siempre (hoy estoy mas "sencillito" que nunca), he recorrido kilómetros a pie y metro por las zonas mas "cuicas" (nice, fresa, acomodadas) de la ciudad.

Debo apurarme, en minutos cerraran las puertas del Hyde Park y sino llego a una salida, como buena fauna, deberé saltar las rejas.