diciembre 06, 2011

Desde el Aire - Elecciones

Y otra vez estoy sentado en el baño de un avión.

Son la 1.10 de la mañana en el lugar desde donde partí y las 4.10 hacia donde regreso sin que nadie me espere.
Me debato entre cosas triviales y de repente, reflexiono sobre lo importante de mi debate.

Debería dormir, mañana mi estomago estará desajustado y mi mente entreverada, pero algo me empuja como siempre a no dormir en el avión, tal vez el mismo empuje que me lleva a volar tan seguido.
Un buen terapeuta tal vez encuentre un instinto autodestructivo detrás de esto. Algún analista se empeñaría en buscar dentro de mi niñez más temprana o mis sueños más inconscientes la vivencia germinal que me lleva a hacerme daño, a castigarme, a no dejar venir el sueño ni tomarme la pastillita, la solución fácil que enmascara el problema.

Ya mire una mala película y estoy al medio de otra, igual de mala o tal vez peor.
Entonces debo reflexionar si volveré a distraerme con esa "caja boba" que deje atrás hace mas de 25 años por considerarla distractora de lo que importa, la vida.
Noto que me he dejado llevar.
En el ansia de entretener la mente, para no reflexionar sobre lo que me lleva a negarme el sueño, me refugio en las andanzas de otros, en las experiencias mundanas de los demás, a fin de no revolcarme en las mías.

Descarto sueño porque debo ser fiel a mis defectos crónicos y arrepentido del circo al que me doblego, decido que la noche al volver al asiento debe producir algo, hacer historia, como a mí me gusta, trascender.

Entonces viene el momento de la elección.
¿Vuelvo al asiento y escribo un nuevo blog después de 20 días de inactividad seudo-literaria en el ciberespacio o me concentro en el sexto capítulo de mi segundo libro?
Pienso y luego existo...pura basura, reconozco que así es y me dedico a sentirlo.

El capitulo seis me desafía, necesito de toda mi entrega, de mi creatividad más pura para llevar a los protagonistas por los caminos inexistentes de su búsqueda desesperada.
La entrada del blog, es un pasajes más, como los cientos que se me han ocurrido estos días en que no preste tiempo a mis dedos para escribirlos. Solo una ráfaga más en la tormenta de este Anec-Dotado que sueña con algún día ser un buen abuelo lleno de historias.

El capítulo seis me llenaría el alma, me hincharía el espíritu a pesar de vaciarme el ego.
La entrada de blog me hincha el ego .

Entonces,  aquí estoy, escribiendo una nueva entrada del blog.
Mi ser siente lo que debo hacer, mi espíritu conoce el camino, mi corazón reconoce el flujo que lo acelera y mi mente confirma que todo lo que llena mi momento, es cierto y real.
Pero igual estoy escribiendo esta entrada de blog.

¿Por qué?

Porque además de ser crónicamente autodestructivo.
Mas allá de negarme continuamente a tomar el camino más fácil.
Busco erróneamente, entretener, agradar, conquistar, embelesar si se me permite la idiotez, a los demás, antes mismo que permitirme la más sublime belleza.

Y peor aún, ni siquiera lo hago, tal vez, por la dicha de los demás, sino por el simple hecho de alimentar mi ego. Triste.
Lo bueno de la historia es que entre tanta cosa que no veo aún y tanta otra que tal vez veo a medias o sesgada, tengo claro lo que me llena, tengo claro cuál es mi camino errado y soy lo suficientemente idiota o burro como para cuestionarme.

Lo mejor de todo, es que después de que termine esta entrada y sienta que ya conforme a los demás con un nuevo "cuentito" y a mi ego con vuestra atención, me dejare llevar por las desventuras del capítulo seis y en una de esas, cuando ya allá recorrido mis sueños con los dedos, me deje rendir al sueño más profundo y reparador.

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