septiembre 09, 2011

Sri Lanka

De chico era bueno en Geografía y esa es de las cosas que afortunadamente no se pierden con el tiempo. Tantas cosas se pierden!

Recuerdo que unas de mis entretenciones favoritas era dibujar mapas.
Dibujar, no calcar.
Me entusiasmaba la idea de pensar que mi ojo estaba amarrado rígidamente de alguna forma a mi mano derecha y eso permitía que mirando un planisferio cualquiera, obtenía automaticamente el poder de diseñar el mundo según yo.

Un mundo que luego, cuando lastimosamente nos llega la consciencia, era cuestionado por cuantas penínsulas había inundado, cuantas reflotado y cuanta gente despojado y revivido en cada línea.

Mi hermana era experta en dibujar muñecas, con sus más refinados y pomposos vestidos.
Mismas que después la sorprendieron con marca de Sara Kay y que sin ambición, de niña, también supo duplicar.

Lo mío eran los mapas.
Ignoro cuantos hice copiando y cuantos otros, muchos otros, sin más delante que una hoja blanca y un lápiz de grafo inmortal, de los que desafiaban los sacapuntas.

Parece que desde esos años tempranos, buscaba una guía, en aquella oscuridad que me enseño de lo opuesto, tan opuesto como desconocido.
De aprender lo que no hay que hacer y de ahí, sacar los hechos, generar conductas, parir personalidad,  sin saber si lo que se hacía era lo bueno.

Siempre me llamo la atención Sri Lanka, porque era de esas que nadie se sabe.
Esas que te hacen diferente, como tantas cosas.

Explicaba que la desconocida nación antes se llamaba Ceylán y para tratar de derrotar la mirada despistada y preguntona de mis congéneres generacionales, me ataba al salvavidas del té:

- de donde vienen los mejores tés!! o nunca leíste en la cajita de lata que tu abuelita mantiene intacta para guardar agujas, dedales  e hilos que dice "Te de Ceylan"!! (aunque yo no tenia Abuelita)

Y ahí reaccionaban, y por el solo hecho de que el cuento de la conquista relatado por cada maestro o profesor , destinaba esas infusiones y las especias exóiticas al perseguido Oriente de los navegantes, imaginaban que estaba por allá, por donde el Pacífico mece playas y vidas.

- abajo, en la punta de India, la "lagrima de la India" le llaman, allí esta. Es una Isla bañada por el Indico , eso es Sri Lanka.

Hoy, por primera vez, alguien de Sri Lanka entro a mi Blog. 
Seguramente fue un click furtivo, un entrar y salir al desconocer hasta el idioma.
Tantas veces pienso eso cuando me visitan de Barheim, o Butan, o Indonesia, o Polonia, o cualquiera de los tantos países donde se que no hay amigos,  en que esta aventura del escribir me llevan, a mí, viajero acérrimo.
Mas por un momento me sentí decepcionado, porque no pude obviar pensar,  que ese ser humano de Sri Lanka, se enfrentó a mi cuento más triste.

Y me costó justificarme el derecho a provocar pena.
Y me costó aceptar que talvéz, si entendió mi idioma y si leyó el "verso más triste de aquella noche", talvéz no se atrevió a navegar y fondear mas allá.
Cuantas veces la gente nos mide por esa primera impresión y no nos da, y no se da, una oportunidad.
Cuanto nos cuesta aceptar que somos una amalgama multicolor, donde no siempre nos toca ver o vivir los mejores brillos.
Como me gustaría correr hasta Sri Lanka y tomar de los hombros a mi lector en retirada e invitarlo a reír con otros cuentos salidos de la misma pluma, vividos por el mismo cuerpo, empapados de la misma alma, cultivados por el mismo amor.
Como me gustaría que sonriendo, me diera otra oportunidad y compartiera conmigo su vida.

3 comentarios:

  1. Que ternura!!! imaginarte dibujando mapas con una manita rechoncha y después a los 40, querer correr y abrazar a quien seguramente, lloró con tu historia triste.
    Un beso.

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  2. una belleza.
    Me quedo mas que nada con la imagen de la amalgama... justamente hoy me daba cuenta de todo lo que me hizo pensar y crecer avanzando mi sabia consejera a partir de un comentario que me hizo hace varios meses, sobre aquel mal: "separatividad". Cuesta...pero luego la libertad que genera irla evitando sabe ciertamente a veracidad realmente.
    Un abrazo,
    Cler

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  3. Puede que la primera impresion sea la que cuente, pero no necesariamente es la que vale.

    Una persona inteligente comprueba no una sino varias impresiones.

    PM

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