agosto 01, 2011

Barcelona - Sumergido en Genio

Barcelona fue fantástico!!.
De tener 15 años menos...nadie me habría sacado de allí.

Seguro pensaran: "si mi abuelita tuviera pito, sería mi abuelito", pero no es así.
Abuelitas con pito "aun no existen" (creo que no ha pasado tanto tiempo para las futuras abuelitas transexuales), pero de jóvenes de 25 el mundo está lleno!

Es que Barcelona confirma ese potencial enorme con el que me la presentaron en la facultad, merece la distinción que la globalizó en el ´92 y cumplió con creces esas ganas ilusionadas que tenía los últimos años por conocerla.

Y en Barcelona, Gaudí.

Con los años he aprendido a admirar las cosas simples.
A distinguir los árboles en otoño y la sonrisa de una flor.
A elegir despedir o recibir el sol cada día.

Pero este camino, también me ha alejado de lo humano.
De reconocer algo mas allá de la gracia.
De vivir la excepcionalidad del genio.

Soy bendecido al ser rodeado por gente fantástica, pero la ausencia se ha llevado esa sensación de sofoco, ese no entender sacudiendo el rostro lleno de sonrisa, ese sentirse minúsculo que sobreviene cuando no puedes acreditar: como alguien, en algún momento, hizo algo, tan excepcional.

Y esto nada tiene que ver con lo histórico, no hay cuota de leyenda en el sentir, ni valoraciones comparativas de lo que otros harían el mismo tiempo.

Es singular, presente,  es "la cosa", es lo que provoca esa avalancha de sensaciones que emociona hasta las lágrimas.

Fueron varias las obras de Gaudí que visite llenándome de preguntas, pero aquella noche que llegamos con Nikky a Casa Batlló, todo se desbordó.

Debo aceptar que como siempre, la sincronía del universo conspiró.
Alguien no entendió en la puerta que hacia allí una pareja tan inusual, en busca de una cena, desconociendo totalmente la propuesta del lugar.
Fue lindo que premiaran el "ángel" de mi niña, acomodando una mesa extra y un par de sillas en la terraza, centrada con dulces multicolores y la vela de rigor.
Fue fantástico que solo Cava bien frapé pudiera tomarse allí y existiera canilla libre de muchos jugos.
…Y seguro completó el asombro la voz de Luzía inundando el aire de magia.



Pero el genio se respiraba, rompía los ojos, estallaba el pecho...en cada pieza de mosaico incrustada, en cada columna irregular y diferente, en cada lugar irreverentemente arrancado al espacio, en cada tono de luz, en cada foco y cada cristal, en la caprichosa deformación de la madera para transformarla en una puerta, una ventana, un mueble más o el escalón de una escalera dispuesta solo para subir.


Porque respirar Gaudí, reconocerlo y aceptarlo es un camino de elevación personal.


Cuando yo cursaba la secundaria, la nota máxima era 6.
Con excepción de un cuarto año "matematicamente" perfecto  (con el Maestro Faccelli), en que termine con 6 y varios borrones de conducta, siempre salí con 5.

Los profesores y directores me exigían el 6 (al principio por ser hermano de Samanta), pero yo nunca fui 6 y orgulloso los miraba y les decía "yo soy 5, no 6, pero...5 en todo...y así me gusta ser".

Ya antes de los 20 asumía mi incapacidad de ser "anormal", especialmente dotado, genio...pero recompensaba mi ego de buena manera, dejando de lado también, las limitaciones.
Y talvéz por eso, por eso de querer lo que uno no tiene, habiendo ya madurado, se me humedecen los ojos, se me hincha el corazón y me desafían las limitaciones inconscientes, cuando me sumerjo en una genialidad.

Les regalo lo caprichoso que sin duda hay que ser para ser genio, quédense con las guerras que debió luchar Gaudí para que creyeran posibles su planos en el 1900, disfruten lo naturalmente incompleto de sus obras, aplaudan la seducción de sus espacios, la invitación a la vida de sus formas.

Reconozcan su pasaje a la posteridad;  la eternidad de su visión...y sólo déjenme escuchando ruborizado, sonriendo tontamente, una versión de mi canción preferida de Serrat,  retumbar en las curvas del techo, al sabor de un Cava Español...abrazado de mi hija.


2 comentarios:

  1. Arquitecto de profesión, sensibilidad excepcionalmente especial y gran padre de cuerpo, alma y corazón y ahora un gran guía turístico.
    Un beso grande.

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  2. de lo mas intenso que escribiste....
    la genialidad contagia...
    abrazo,
    cler

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