abril 04, 2011

Santiago de Chile - El crecimiento de los dedos del pie - 2235 horas

Como han crecido mis dedos del pie!!

Termino un día de exposición al ser humano, a la ciudad, al tráfico, a la espera y a la búsqueda casi inútil de controlarme; brindando con mi copa y la lata de cerveza que Carlos aceptó, un poco porque le gusta y lo pidió, otro poco porque le obligue a tomar las últimas dos que se niegan a quedarse en el refrigerador.

Es día de mudanza, otro día de mudanza, un nuevo día de mudanza.
Mas bien de preparación, lo cual lo hace mas interesante!!! pero debí bajar a la ciudad y eso le quito el brillo.

Mañana si será de verdad, ...de los buenos.
De los de revolvér, de los de mirar fijo, de los de secar lágrimas y sorprender sonrisas, de los de tirar con ganas, de los de guardar con ternura.
Día de entrarle a la separación, al hurgar y seleccionar como hacen aquellos que viven de la basura.
Cuanta basura se limpia en una mudanza, aun siendo tan prolijo y obsesivamente ordenado como yo, cuanto se limpia!!. No de inmundicia, pero si de esas cosas que necesitan ser limpiadas, si no es desde dentro, pues desde fuera que sea.

Mudarse para mí es símbolo de generosidad, de expansión, de proyección de mi vida al exterior. Y con 60 mudanzas encima, si me abre expandido.

Cuando me deslizo por las casas de la gente que amo, que son mis casas sin ser mías, que son mi espacio sin pertenecerme;  me gusta encontrarme con la “guiñada” de las cosas que allí he dejado.
En algunos casos demasiadas, en otros, solo algunos detalles que espero como a mí, le recuerden a esa gente, los dueños genuinos del espacio, que el alma del lugar lleva parte de mi propia alma.

Así la lista de lo que se queda es cortísima, lo que se va es medianamente medible, tanto como se puede cargar en una maleta de cuatro ruedas; pero lo que se entregara, aquello que hace la diferencia en el espacio, aquello que llena de magia el hogar, eso esta en una larga, larga lista.

Me gusta imaginarme como quedará esto en casa de Mitch, como funcionará esto otro en la casa de Nando, cuanto saboreara Alita con aquello y como me recordara, lejano talvéz, ausente seguro, Carlos cuando se mire en ese espejo o prenda aquellas velas. Pero sobre todo, como despertara sonrisas y añoranzas con el tiempo, aquello otro allí, recordando mi nombre y una historia, cuando mi cara ya sea difícil de recordar y solo se me pueda ver “con los ojos del alma”.

¿Es parte de mi narcisismo? Si, seguro, ¿Cómo hablar de algo que no es parte de uno?
Pero también es parte de lo que cualquiera vive, cuando toma una pipa para celebrar un momento, cuando escucha una canción, cuando mira un cuadro, cuando prepara un narguile o un queso con pimientos, miel y salsa de soya.

Te preparo una galletita para ti, yo me como otra….parafraseando a Cortazar y el final de uno de sus espectaculares cuentos sobre la íntima complicidad implícita en ir a tomar un helado juntos.

Así es;  parte de mi narcisismo, como del vuestro, ¿porque quien mirando alrededor o mirando hacia adentro, no tiene una sonrisa y una lagrima para celebrar el pasado? lo bueno del pasado que ya paso

Levanto mis dedos del piso y asombrado observo como han crecido!!
Pasada la sorpresa los vuelvo al suelo, donde siempre están y me doy cuenta que siguen siendo exactamente del mismo tamaño.

Hay cosas que no cambian, lo que cambia es el punto de vista desde donde las vemos.



2 comentarios:

  1. Según dicen los Orientales, que mudarse, limpiar la casa, deshacerse de lo que no necesitamos, regalar nuestras cosas más queridas,
    es limpiar el alma, es crecer de mente y corazón, es renovar.
    Púes, que bueno estes en ese proceso!!!feliz por ti
    Grande tu.

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  2. Dicen los que saben que "sacar" cosas de nuestra vida, es la ùnica forma de dejar espacio para que entren "cosas" nuevas.
    A mi me cuesta muchìsimo, por eso, te envidio un poquito.
    Besos, Patricia

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